El Congreso da luz verde por abrumadora mayoría al Tratado de Unión Europea
, El Congreso de los Diputados aprobó ayer por una práctica unanimidad -sólo votaron en contra tres parlamentarios de Herri Batasuna (HB)- el Tratado de Unión Europea. No obstante, los portavoces de algunos grupos de la oposición, empezando por Rodrigo Rato, del Partido Popular (PP), pusieron en duda que la actual política del Gobierno, sobre todo en materia económica, permita cumplir a España la totalidad de los requisitos fijados en el acuerdo de Maastricht para acceder a la última fase de la Unión Económica y Monetaria (UEM), que debe concretarse a finales de la década.
Junto con los 314 votos a favor y los tres en contra hubo también ocho abstenciones de parte del grupo de Izquierda Unida (IU). Los tres miembros de Iniciativa per Catalunya (IC) y cinco diputados de IU se apartaron del voto de Julio Anguita, el líder de IU, y dieron su visto bueno al Tratado de Maastricht.Miquel Roca, portavoz de la minoría catalana, fue, probablemente, el más apasionado defensor del texto firmado por los Doce el 7 de febrero, al que dio sin vacilaciones un "sí entusiasta y esperanzado" porque, por primera vez, convierte a los españoles en "protagonistas directos de la historia positiva de Europa, de su unidad". "Hoy no es día para la prosa, hoy es día de lirismo", afirmó ante un hemiciclo medio vacío en el que los diputados del PP brillaban por su ausencia.
El jefe de la diplomacia española, Javier Solana, incidió con Roca en resaltar que "el tratado lleva la huella de España" En nombre del PSOE, Miguel Ángel Martínez, también sintonizó con el portavoz catalán al afirmar que "es un día de fiesta para España y para toda Europa", aunque el trámite parlamentario del proceso de ratificación solo quedará concluido a finales de noviembre, cuando se pronuncie el Senado.
Martínez hizo una intervención más polémica que la de Roca, que tenía muchas connotaciones de discurso de Estado. El orador socialista afirmó primero que la fiesta no sería aguada "por los tres votos en contra" de HB, de los que aseguró que serían útiles "para demostrar a la sociedad cual es la cara del no". "Para votar sí bastaría con ver quién vota no", enfatizó.
Adelantar la reforma
Los ocho diputados de IU que se abstuvieron también fueron criticados por Martínez, que les describió como "eurodetractores vergonzantes ( ... ) y eurodogmáticos", cuya postura refleja en el fondo la tradicional animadversión de los comunistas a la construcción europea.
Al verse obligado a exponer los puntos de vista de las dos corrientes que atraviesan su coalición, Anguita hizo un discurso prácticamente exento de críticas al Gobierno, en el que la única novedad fue su solicitud de adelantar la fecha prevista para la revisión de Maastricht, en principio dentro de cuatro años, para poder así introducir cuanto antes mayores cuotas de democracia en las instituciones europeas.
Las críticas globales al Ejecutivo fueron obra del popular Rato, que sostuvo que "sin cambios sustanciales de nuestra polítíca interna en todas sus facetas", los compromisos que se derivan del tratado no podrán ser cumplidos por España, que podría quedarse relegada en una segunda velocidad.
La política socialista más bien "aleja a España del destino europeo, empujándonos hacia una sociedad que ha perdido su pulso vital", aseguró Rato. "Lo que no tenemos, señor González", dijo refiriéndose al jefe del ejecutivo, "es confianza en su gobiernos después de 10 años y un día de experiencia".
Arremetió también el portavoz popular contra "los excesos del secretismo oficial" a la hora de informar a las Cortes de la posición de España ante muchas facetas de la integración europea y atribuyó la responsabilidad de esos "malos usos y pésimas costumbres" a Felipe González, que tiende "poco menos que a convertir la Comunidad en materia reservada".
Rato marcó las distancias, como lo ha hecho también recientemente su presidente, José María Aznar, con algunos aspectos de la construcción europea al denunciar, por ejemplo, el "furor reglamentista" de la Comisión Europea y la rigidez del calendario de Maastricht, que se debe aplicar con flexibilidad, dijo, para evitar que algunos miembros se queden rezagados.
Reservas nacionalistas
Los nacionalistas catalanes y vascos formularon también algunas reservas sobre la escasa importancia que el tratado conoce de a los pueblos sin Estado Roca se quejó de la "timidez" del Comité de las Regiones, un órgano meramente consultivo previsto por Maastricht en el que España contará con 21 escaños, cuyo reparto está aún por decidir.
Iñaki Anasagasti, portavoz del Partido Nacionalista Vasco (PNV), aprovechó la ocasión para exigir al Gobierno que la totalidad de los puestos a disposición de España correspondan a las comunidades autónomas y ninguno a los ayuntamientos. "Lo contrario", advirtió, "sería un acto de beligerancia política".
Más duro fue Joseba Azkarraga, de Eusko Alkartasuna. "Ese engendro", dijo refiriéndose al Comité de las Regiones, "no es más que una caricatura inoperante". Según Azkarraga, "Maastricht no cambia" la situación de los vascos "con asignaturas pendientes en los Estados español o francés".
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