España pide más transparencia en el Consejo de Seguridad de la ONU

El embajador de España ante las Naciones Unidas, Juan Antonio Yáñez, se pronunció ayer por reformar sin miedo la carta fundacional de la ONU, y hasta ultimar esa modificación preconizó dar más transparencia a los trabajos del Consejo de Seguridad. Yáñez hizo esta declaración justo después de que España fuese elegida, en primera vuelta y por 118 votos, miembro no permanente del máximo órgano de la ONU.

España derrotó a Suecia y Nueva Zelanda, aunque este país resultó elegido también en una tercera votación. "No hay que tener miedo a retocar la Carta allí dónde sea necesario", afirmó Yáñez que, con anterioridad, fue asesor del presidente del Gobierno, Felipe González, para asuntos internacionales. Hasta que se produzca esa revisión, sería conveniente dar mayor transparencia a los trabajos del Consejo de Seguridad "desarrollando y mejorando" los mecanismos de consulta, añadió, según informa Emmanuela Roig desde Nueva York.Hasta que la cooperación entre los Doce en materia de política exterior fue potenciada, tras la entrada en vigor del Acta única, la diplomacia española se quejó de no estar lo suficientemente informada sobre la labor del Consejo. Desde entonces, el Reino Unido, Francia y Bélgica, a la que España sustituirá, consultan frecuentemente con sus socios.

España ingresa en el Consejo de Seguridad cuando está pendiente la reforma del mismo, que algunos países desearían acabar dentro de dos años, cuando la ONU cumpla medio siglo de existencia. Producto de la posguerra mundial, el máximo órgano de Naciones Unidas no refleja la actual relación de fuerzas. Alemania y Japón ha expresado el deseo de convertirse en miembros permanentes del Consejo y Brasil tiene también la misma pretensión, aunque el plan que ha presentado prevé también que le acompañen Nigeria e India.

Numerosas voces se alzaron ayer en España para celebrar el éxito obtenido la víspera en la Asamblea General que casi coincidió con el décimo aniversario de la victoria socialista en las elecciones legislativas.

Felipe González dijo, sin embargo, a la cadena SER que no creía que 118 países se hayan puesto de acuerdo para hacer al Gobierno socialista un regalo de cumpleaños.

González elogió "el papel extraordinario de Suecia", uno de los países más volcados en las operaciones de mantenimiento de la paz promovidas por la ONU, pero que en la tercera votación sólo cosechó 55 sufragios, entre ellos el del embajador español, frente a los 117 de Nueva Zelanda, apoyada por el Tercer Mundo.

Jugar con dignidad

El ministro de Exteriores, Javier Solana, estimó, por su parte, que la elección "supone el reconocimiento de un papel que España ha tratado de jugar con dignidad a lo largo de los últimos años" enviando, por ejemplo, cascos azules a media docena de países. La oposición también se alegró del resultado empezando por Javier Rupérez, portavoz del PP en la Comisión de Exteriores del Congreso. Carlos Carnero, coordinador de política exterior de Izquierda Unida, pidió, sin embargo, al Ejecutivo que inicie su labor en la ONU impulsando el referéndum de autodeterminación en el ex Sáhara español, "obstaculizado por Marruecos".