La reforma de la plaza de Oriente costará 3.000 millones al Ayuntamiento
El Ayuntamiento agujereará la ciudad el próximo año por seis sitios diferentes. El túnel bajo la plaza de Conde Casal será el primero. Cuatro constructoras importantes han presentado proyectos para hacerlo, lo que ha llenado de optimismo a los responsables de Obras, quienes aún esperan ofertas para otros cuatro pasos. Ninguno de ellos necesita dinero del presupuesto de 1993. Sin embargo, el sexto agujero, la plaza de Oriente, precisa 3.000 millones de pesetas de las arcas municipales. En total, costará 5.000 millones.
El concejal de Obras, Enrique Villoria, respiró el jueves tranquilo. Ese día, después del fracaso del proyecto de la Ciudad de la Niños, a cuyo concurso no se presentó ningún promotor, Villoria comprobó aliviado que cuatro grandes firmas presentaron ofertas para construir el túnel de Conde Casal.Las empresas son: Ferrovial, Fomento de Construcciones y Contratas, Huarte y una unión temporal formada por Entrecanales, Cubiertas y Ausín.
La nómina de concurrentes hace ver con más optimismo a los responsables de Obras el resultado de los concursos de pasos que aún están en marcha: el de Alfonso XIII, cuya convocatoria se cierra en noviembre, y los de la cuesta de San Vicente y República Dominicana, que terminan en diciembre.
El concurso para otro paso, el de la plaza de Chamberí, se cerró hace semanas y aún no se ha resuelto. A él se presentaron cinco empresas que ofrecían construir un aparcamiento, un túnel bajo Santa Engracia y la remodelación de la superficie de la plaza. Uno de los concurrentes acompañó un proyecto del arquitecto Francisco Javier Saénz de Oiza para la plaza.
Sin embargo, los responsables de Obras, Circulación y de la Junta de Chamberí aún no han decidido cuál es la mejor oferta. Es más, ante las dudas, se recuperaron para el proceso de selección otras 54 ofertas que se habían descartado porque no preveían la construcción del paso subterráneo en la plaza.
San Vicente
Todos estos pasos, excepto uno, los construirá un promotor a cambio de explotar las plazas de aparcamiento que albergarán en su interior. El único que costará dinero al Ayuntamiento, el de la cuesta de San Vicente, contaba con una partida en los presupuestos de este año de 1.600 millones de pesetas; por lo que ha conseguido eludir el recorte económico (le 1993, donde no se ha incluido una sola peseta para túneles.La única partida que figura en los presupuestos de 1993 para agujeros son los 400 millones (y no 500, como se informó el pasado viernes citando al diario Abc) para iniciar la reforma de la plaza de Oriente, según confirmó Luis Armada, director de Obras.
La intención del Ayuntamiento es convocar un concurso después de conocer los resultados definitivos de las excavaciones arqueológicas efectuadas en la plaza de Oriente.
Las prospecciones provocaron gran polémica en los medios de comunicación cuando varios miembros del Gobierno regional alertaron a la población sobre el gran riesgo que se corría de destruir para siempre restos históricos de incalculable valor.
Los arqueólogos que investigan las condiciones del terreno serán los que anuncien si las obras podrían ocasionar daños irreparablos. En caso contrario, y si todos los plazos se cumplen, las obras podrán comenzar en verano.
Sin embargo, este proyecto, evaluado en 5.000 millones de pesetas, no se podrá realizar sólo a cargo de la explotación de las 700 plazas de aparcamiento y 80 dársenas de autobuses que se construirán bajo la plaza actual.
Según calcula el Ayuntamiento, la reforma, que prevé también un paso bajo la calle de Bailén, deberá recibir 3.000 millones de las arcas municipales. Los 400 millones de 1993 serían la primera anualidad de tres.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.