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Condenado a muerte el 'carnicero de Rostov', autor de 52 asesinatos

En un ambiente de pesadilla, con familiares de las 52 víctimas mutiladas, violadas y asesinadas pugnando con la barrera de policías por acercarse a la jaula donde el convicto lanzaba una y otra vez sonoros gruñidos, fue leída ayer la última parte de la sentencia que condena al carnicero de Rostov a ser ejecutado de un disparo en la nuca. "El tribunal no puede sino condenar a este hombre a lo que se merece por sus horribles crímenes: a muerte". Y al oír esta palabra, el público estalló en una estruendosa ovación.

Así terminó el juicio que comenzó el pasado 14 de abril contra Andréi Chikatilo, un hombre de 57 años que pasaba en Rostov del Don (sur de Rusia) por ser un tranquilo padre de familia y disciplinado militante del Partido Comunista, pero que llevaba una segunda vida de "bestia loca" -según expresión utilizada por el propio criminal- capaz de actuar como un sádico que torturaba a sus víctimas antes de violarlas, matarlas y comerse sus pezones o sus testículos. Entre 1978 y 1990, según establece la sentencia, el carnicero de Rostov acabó con 52 vidas humanas: 21 muchachos de edades comprendidas entre los ocho y los 16 años; 14 chicas, entre los 9 y los 17; y 17 mujeres."!Caníbal!", ha sido el grito más repetido durante los dos días de sesiones que ha durado la lectura de la voluminosa sentencia de 330 páginas, que establece que el acusado está sano y, por lo tanto, merece ser ejecutado. Su abogado anunció ayer que pensaba recurrir el veredicto e insistir en que su defendido tiene perturbadas sus facultades mentales.

Ejecutado un inocente

Chikatilo ha vivido obsesionado por el canibalismo después de que su hermano fuera asesinado y devorado por un grupo de campesinos durante la gran hambruna que padeció Ucrania tras la colectivización forzosa del campo impuesta por Stalin a finales de los años treinta.

Las dos vías que tiene el carnicero de Rostov para salvar la vida son la apelación en el plazo de una semana ante el tribunal superior y la solicitud de clemencia al Presidente.

De las tentaciones de linchamiento que se han apoderado de los habitantes de Rostov, una plaza fuerte de los cosacos en el sur de Rusia, da idea esta pregunta de un joven estudiante que asistió a la sesión de ayer: "¿No habría sido mejor pegarle el tiro aquí mismo?"

El caso del carnicero de Rostov ha impactado a la opinión pública rusa después de años de propaganda en que este tipo de crímenes eran presentados como fruto de la degeneración atribuíble intrínsecamente al sistema capitalista. Al mismo tiempo ha puesto en evidencia que el mantener a la población desinformada sobre la magnitud de los hechos no era la mejor base para una fructífera investigación policial.

La policía ha mostrado su escasa eficiencia al tener a Chikatilo dos veces en sus manos y no lograr vincularlo a los crímenes. En 1979 incluso fue ejecutado un inocente por el primero de los delitos del ahora condenado. La detención definitiva no se produjo hasta noviembre de 1990, 12 años después de que comenzara la serie de asesinatos.

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