La reforma económica china convierte a los nuevos millonarios en modelo social
La glorificación de la riqueza en China suma adeptos por millones al programa de reformas económicas de Deng Xiaoping, que hoy recibirá un nuevo impulso en el discurso de apertura del XIV Congreso del Partido Comunista Chino. Su secretario general, Jian Zemin, glosará los logros del proceso y destacará la necesidad de profundizar una apertura de resultados espectaculares. Mientras tanto, Pekín y las provincias del sur, bullen en negocios y crece la obsesión por el dinero.
Noticias como la que el sábado publicaba el diario China Daily hubieran sido, destacadas en otros tiempos con la esquela de su protagonista, tras su ajusticiamiento por actividades contrarrevolucionarias: "Un granjero millonario de Yujiang reconoció una fortuna de 20 millones de dólares (unos 2.000 millones de pesetas). Zhang Guoki ganó este dinero con sus negocios. Recientemente donó 200.000 a una fundación educativa".
En la China de partido único y Gobierno sin posible competencia, Guoki es un modelo a imitar por los miles de tenderos de las calles más concurridas de la capital. Se ofrecen nuevos diseños en la confección de la seda, se abren nuevos restaurante u oficinas de representación, los taxistas elevan las tarifas y la actividad comercial aumenta en proporción directa al entusiasmo de los propietarios en la defensa de sus puestos.
Jian Zemin insistirá hoy en la obligatoriedad de que las empresas estatales, deficitarias y anticuadas, se adecuen a los nuevos tiempos o desaparezcan. La decisión ha sido tomada por los órganos de decisión del partido, y los funcionarios, una clase envidiada por una paga tan vitalicia como su descanso en horas de trabajo, temen ahora por sus puestos. La intelectualidad se bate en retirada porque el congreso centrará sus trabajos en la cuestión económica y no hay resquicios para que el tema de la reestructuración política se cuele en las sesiones. "La apertura política ni siquiera se discutirá. Por lo menos no hay ningún indicio de que vaya a ser así", aseguraron fuentes diplomáticas.
Posibilidades de disidencia
La asistencia al congreso del dirigente que ha hecho posible la temporal salvación del partido con unos índices de crecimiento económico que se superan año tras año no está asegurada. Los portavoces oficiales mantienen hasta el final la incógnita sobre la participación en el encuentro de Deng Xiaoping, aunque en una conferencia de prensa celebrada ayer se informó que figura como uno de los 46 invitados especiales. Asisten cerca de 2.000 delegados, en representación de los 48 millones de miembros.
La represión militar de mayo de 1989, y la posibilidad de que vuelva a producirse si las circunstancias que la provocaron se repiten, así como el innegable mayor bienestar económico, han acabado por agotar las posibilidades de la disidencia, que espera un mejor momento. Entre los hombres y mujeres que ofrecen juguetes, camisetas, osos panda o alfombras de seda, la política ocupa un segundo o tercer plano. Pekín, engalanada para la ocasión con invocaciones escritas a la perpetuación de las reformas económicas, juegos florales y maratones en la avenida que hace tres años agrietaron las cadenas de los carros de combate vive en clave capitalista.
El partido comunista, arrinconado en las provincias donde debajo de las piedras aparecen ejecutivos de teléfono celular, dispone de margen de maniobra y medios lo suficientemente expeditivos como para seguir aplicando las reformas sin interferencias graves. La retórica socialista, previsible en los discursos del XIV Congreso, parece más una referencia obligada que un lema con enganche. "Los cambios económicos, en definitiva, provocaran ala larga su desaparición. porque no se puede profundizar en la libertad de mercado sin una paralela libertad política", dijeron diplomáticos acreditados en Pekín.
Nadie parece pensar en ella de momento. Recientemente, un intelectual comentaba con cierta amargura que entre. sus colegas de pensamiento y preocupación la máxima de Deng también ha calado hondo y ha hecho estragos. Los filósofos chinos asistentes a un seminario con filósofos de Taiwan "parecían estar más interesados en cómo arreglar empresas mixtas con Taiwan que en tratar temas del encuentro".
El congreso abolirá hoy la Comisión Central consultiva, órgano del partido compuesto por 200 miembros, la flor y nata de la ortodoxia marxista de más edad, y que es uno de los focos de resistencia al cambio económico.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.