Perot denuncia los males de la economía de EE UU, pero evita dar soluciones
El candidato independiente a la presidencia de EE UU, el multimillonario Ross Perot, no ha esperado a los grandes debates televisivos para entrar en el hogar de millones de estadounidenses. En una intervención en televisión, pagada de su propio bolsillo, Perot denunció los males dé la economía, pero no ofreció soluciones. El candidato arremetió contra la excesiva ayuda económica de EE UU a Europa y contra los funcionarios desleales que trabajan para empresas extranjeras.
"Yo puedo permitirme el lujo de decir la verdad", parece ser la nueva consigna de Ross Perot. Para comunicar esta sencilla idea, el multimillonario tejano desembolsó el martes 380.000 dólares, más de 38 millones de pesetas, por disponer de 30 minutos de televisión en una cadena, nacional para dirigirse a la opinión pública de Estados Unidos sin pasar por lo que él denomina "el filtro de la prensa".Perol, con un lenguaje claro y directo y la única ayuda de un pequeño puntero y unos sencillos gráficos, dio durante media hora una charla didáctica para explicar los males de la economía norteamericana. Fue la primera de una serie de apariciones compradas en las mejores horas y en las cadenas más importantes. Y la primera lección fue un éxito de audiencia cuyo impacto esta todavía por evaluar.
Perot transmite la seguridad del hombre hecho a sí mismo, que se ha labrado una fortuna y sabe lo que puede el dinero. El diseño de su anuncio-programa, un plano medio del candidato sentado tras un escritorio sólo alternado con primeros planos de los gráficos, sorprendió a los especialistas en propaganda, ya que desafiaba todos sus trucos para retener la atención de los espectadores. Perot, de 62 años, basó su intervención en un lenguaje accesible a la clase media, -como la de un director de una pequeña sucursal bancaria dirigiénndose a un cliente de conflanza- y en una idea reiterativa: este país era un gran país venido a menos por culpa de los políticos, que se puede enderezar con trabajo y sacrificio.
El multimillonario, clasificado en el puesto 19 entre las fortunas Estados Unidos por la revista Forbes, que le calcula un patrimonio de 2.400 millones de dólares, más de 240.000 millones de pesetas, se dedicó en su primera intervención a contar los males, sin dar soluciones. Así, se centró en la caída de la producción, el aumento de la deuda, la subida de los impuestos, la reducción en el valor de las casas, el aumento de la pobreza.
La fibra patriótica
Perot buscó en todo momento conmover la fibra patriótica de los norteamericanos resentidos por la mayor pujanza de la economía japonesa, y en menor medida, de la alemana. El multimillonario acusó a la Administración de Bush de estar plagada de funcionarios desleales que cuando concluyen su mandato en altos cargos del Gobierno se colocan como consejeros de empresas o de países extranjeros. Perot calificó esta conducta como "traición económica".
En otro momento. subrayó que Estados Unidos se gasta al año más de 100.000 millones de dólares para "defender a Europa y a Asia". "Nosotros estamos arruinados y ellos son ricos. Piensen en ello" añadió.
Perot, que hizo su fortuna en la industria informática, no mencionó en ningún momento a George Bush o Bill Clinton, pero su discurso, centrado monográficamente en los males de la economía, perjudica más al inquilino de la Casa Blanca que al, aspirante demócrata. Sus consejeros ya han anunciado que Perot ha aceptado la invitación para participar en los debates con Bush y con Clinton, lo que introduce un nuevo factor en la campaña.
Antes de acudir el domingo al primer debate, que tendrá lugar en San Luis, Misuri, Perot volverá a aparecer el próximo viernes en las pantallas de televisión en otro anuncio-programa de media hora. Esta vez será en la cadena ABC, y también en horario de máxima audiencia. Pero la tarifa será mayor: 620.000 dólares (más de 62 millones de pesetas). Además, su campaña comenzará a emitir breves anuncios de 60 y 30 segundos en las principales cadenas del país.
Perot lleva gastados ya 18 millones de dólares en una campana que no le va llevar a ninguna parte, ya que sabe que no tiene ningún posibilidad de ser elegido. Pero ha dicho que esta dispuesto a gastarse hasta 100 millones, para obligar a los candidatos presidenciales a discutir de los problemas reales del país.
El multimillonario asegura que es un lujo que se puede pagar. ¿Altruismo, egocentrismo, negocio? Los medios de comunicación no ocultan la desconfianza que les produce un Perot que se niega a someterse a las preguntas de los periodistas, pero reconocen, sin embargo, que el millonario texano pone el dedo en la llaga cuando habla del déficit y de la deuda. Y que tiene el valor de pedir más impuestos y menos gastos, aunque esto sea más fácil para un candidato que sabe que nadie le va a pedir que cumpla lo prometido.
