Mercè Sala niega al juez que prevaricara cuando presidía un distrito barcelonés

La presidenta de Renfe, Mercè Sala, negó ayer toda responsabilidad en un delito de prevaricación -dictar una orden injusta a sabiendas- cometido supuestamente cuando presidía el distrito barcelonés de Sants-Montjuïc, por el que fue juzgada en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

Los hechos ocurrieron en abril de 1990, cuando Sala ordenó el cese de la actividad turística de los apartamentos Tamara, situados en el barrio del Poble Sec, en Barcelona. Los vecinos habían denunciado que en esos apartamentos se traficaba con drogas. Tras decretar el cese de la actividad, Sala -según indica la denuncia presentada contra ella- ordenó que se pusiera una reja a la entrada del edificio, de la que tenía las llaves la Guardia Urbana, por lo que algunos residentes no podían acceder a sus apartamentos. Por esta última decisión es acusada de prevaricar. La fiscal pide para Sala seis años de inhabilitación en el ejercicio de todo cargo público.La presidenta de Renfe indicó durante el juicio que la colocación de la reja fue decidida por Joan Jubert, entonces coordinador del distrito, sin consultarle la medida previamente. Jubert, también acusado del mismo delito, eximió a Sala durante su declaración y asumió en exclusiva la responsabilidad de instalar las rejas, decisión que calificó de "desafortunada y tomada en caliente para evitar males mayores". La fiscal, Ana Magaldí, intentó demostrar que Sala conocía esta actuación. Para ello, recordó la primera declaración judicial, efectuada por Sala en mayo de 1990. Entonces, la actual presidenta de Renfe reconoció que Jubert le comunicó la colocación de las rejas antes de su instalación. El letrado de la defensa, Francesc Jofresa, intentó restar importancia a esta contradicción señalando que Sala trató en aquella ocasión de apoyar a su subordinado y recordando la tensión que rodeó aquella comparecencia judicial, durante la cual el fiscal llegó a comparar la acción municipal con la Rumania presidida por Nicolae Ceausescu.

Sala, que desde octubre de 1987 y hasta el 12 de abril de 1991 estuvo al frente del distrito de. Sants-Montjuic, en el que residen 180.000 personas, dijo ayer que tuvo conocimiento de la acción cuando iban a ser retiradas las rejas, "de lo que me alegré", agregó.

Jubert dio ayer numerosas razones de los motivos que le llevaron a ordenar el cese de la actividad como hotel en el inmueble de 26 apartamentos, que no estaba declarado como tal. Las inspecciones realizadas demostraron que se trataba de pisos de 20 o 30 metros cuadrados en los que había hasta seis camas, en muchos casos se cocinaba en el suelo y residían hasta tres familias en cada uno.