Los afectados por la colza no se mueven de Ferraz

Más de dos centenares de personas permanecieron ayer concentradas en la calle de Ferraz, donde se encuentra la sede central del PSOE. Los manifestantes son los familiares y afectados por la ingestión del aceite de colza desnaturalizado, que reclaman el cobro de la indemnización de medio billón de pesetas fijada por los tribunales. Los fallecidos por la intoxicación son 329 personas, mientras que resultaron afectadas más de 20.000 hace 12 años.Los manifestantes, en su gran mayoría enfermos de Madrid y Valladolid, permanecen desde el lunes en el tramo de la calle de Ferraz entre las de Buen Suceso y Quintana. Fernando Lago, portavoz de la Coordinadora de Afectados por el Síndrome Tóxico, afirmó ayer que quizás serían recibidos en la sede del PSOE a las doce de la mañana de hoy.

El portavoz de Integración Social del PP en la Asamblea de Madrid, Roberto Sanz Pinacho, se acercó ayer por la tarde al lugar de la concentración. Allí se interesó por cómo había trascurrido la jornada, y aseguró que realizaría una gestión con la Cruz Roja para que las personas concentradas tuviesen la atención necesaria.

Algunos de los manifestantes mantuvieron un careo con el diputado autonómico. Le preguntaban si realmente estaba interesado en sus reivindicaciones y problemas de atención sanitaria o con fines electorales.

Dos personas fueron atendidas por la noche al sufrir dolencias leves, mientras que en la tarde del lunes las ambulancias del servicio municipal SAMUR atendieron a otras cinco que sufrieron crisis nerviosas y desmayos.

Durante el día de ayer, según informó Lago, personas vinculadas al servicio de seguridad de la sede central del partido socialista les indicaron que no serían atendidos si no despejaban la calle. Por dos veces se les conminó a abandonar Ferraz, y en ambas ocasiones los manifestantes se negaron.

Muchos de los afectados han sufrido dramas familiares por s

maltrecha salud y advierten que aún continúan muriendo personas que no entran en las estadísticas. El matrimonio de Móstoles formado por Ramón Fenoy y Felisa Serrano perdió el pasado 16 de junio a su hijo de 22 años, que. sufría una hipertensión pulmonar severa por la intoxicación. El padre recuerda que su hijo tenía sólo 11 años cuando la sufrió. Quince días antes de morir, un juez de instrucción de Madrid le negó la invalidez.

Los enfermos reclaman al Gobierno que la investigación sobre el origen de la enfermedad no se paralice y piden que la asistencia sanitaria continúe.