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Juicio a un médico que dejo compresas en una paciente fallecida tras una cesárea

La Audiencia de Sevilla inició ayer el juicio del ginecólogo Norberto Aramburu Bodas, para quien el fiscal solicita cinco años de prisión y 20 millones de indemnización por un presunto delito de homicidio por negligencia. Los hechos ocurrieron en 1988, cuando el ginecólogo practicó una cesárea a Francisca Cuadra Parrado, de 19 años, quien falleció 23 días más tarde. Según las acusaciones particular y pública, la muerte fue provocada por "una peritonitis reactiva a un cuerpo extraño". Del abdomen de la paciente fueron extraídas dos compresas olvidadas durante el parto.

Tras la cesárea practicada en la Clínica Sagrado Corazón de Sevilla el 15 de junio de 1988, y el nacimiento satisfactorio de una niña, Melodía, que cuenta hoy con cuatro años de edad, Francisca Cuadra comenzó a sufrir fiebres altas que fueron diagnosticadas como un proceso de anemia.Los familiares de la fallecida, ante el empeoramiento de salud y la negativa respuesta al tratamiento ordenado por el ginecólogo, decidieron trasladar a Francisca al hospital San Lázaro, donde fue intervenida quirúrgicamente cuatro días antes de morir y le extrajeron del abdomen restos de esparadrapo, gasas y dos compresas. Francisca Cuadra falleció el 8 de julio.

El juicio se inició con demora dado que el tribunal tuvo que decidir sobre la petición del abogado defensor del ginecólogo, Francisco Baena Bocanegra, para que los cuatro médicos que atendieron a la víctima durante sus últimos días no comparecieran en la vista en calidad de peritos del fiscal José Ramón Noreña, y sí sólo como testigos de la causa.

El tribunal, que desestimó esta petición, acordó por otro lado considerar prescrita la falta leve por imprudencia solicitada contra Vicente García, ayudante del doctor Aramburu, y Dolores Bellido, auxiliar de enfermería que participó en la operación de cesárea.

"Extrañeza"

Durante el juicio, el ginecólogo afirmó que "sintió extrañeza" y que "le costaba creer" que del abdomen de Francisca Cuadra encontraran una compresa de gasa, supuestamente olvidada durante la operación de cesárea que él realizó. Este cuerpo extraño provocó, según los forenses del juzgado, un shock séptico, que fue detectado por el doctor Tapia, uno de los médicos que intervinieron a la paciente en el hospital de San Lázaro.Aramburu añadió que atendió a la paciente desde febrero de 1988, y que ésta padecía una anemia moderada. Asimismo, justificó la operación de cesárea para evitar el sufrimiento del feto.

Según el ginecólogo, durante la operación de cesárea se produjo una hemorragia importante debido al gran número de venas que corren por el vientre de las embarazadas, y confirmó que se le aplicaron a la paciente unas 10 compresas de gasa, aunque no pudo precisar el número exacto utilizado. A preguntas de su defensor, Norberto Aramburu explicó detalladamente todo el proceso quirúrgico realizado a la paciente durante el parto.

José Vázquez Díaz, abogado de la familia de la víctima, solicita en sus conclusiones provisionales una condena por homicidio con dolo eventual de 14 años de reclusión menor y una indemnización de 50 millones para el marido y la hija de Francisca Cuadra. La vista oral por este caso se prolongará hasta el próximo día 13.

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