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Los Doce recortan el poder legislativo de la Comisión

Lluís Bassets

El Consejo de Ministros de la CE podrá guillotinar por mayoría simple cualquier iniciativa legislativa que no considere adecuada al principio de subsidiariedad, según acordaron el miércoles los representantes permanentes de los Doce. Esta decisión es la traducción jurídica de la teoría de la subsidiariedad, incluida en el Tratado de Maastricht, y tiene como finalidad recortar los poderes de la Comisión Europea, reforzar los de los Doce Estados socios y, en el fondo, facilitar la ratificación del polémico Tratado en el Parlamento británico y la celebración de un nuevo referéndum en Dinamarca.

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Las decisiones por mayoría simple en el Consejo de Ministros de la CE se limitaban hasta ahora a muy pocos casos: formación profesional, realización de estudios y cuestiones de procedimiento. Ahora se producirá la paradoja de que para enmendar una propuesta de la Comisión, el Consejo necesitará la unanimidad, mientras que para suspender definitivamente una iniciativa legislativa bastará la mayoría simple.El motivo de la suspensión será la aplicación del principio de subsidiariedad, palabreja introducida en el Tratado de Maastricht para acortar los terrenos competenciales de la Comisión Europea. La subsidiariedad, según interpretación que ya ha recogido amplio consenso en la CE, consiste en evitar tomar decisiones por parte de los organismos comunitarios cuando puedan hacerlo los Estados socios u organismos de nivel inferior, como regiones o municipios.

La prueba de la subsidiariedad se pondrá en marcha a solicitud de cualquiera de los Estados miembros que considere inadecuada una iniciativa legislativa de la Comisión Europea, órgano que cuenta como uno de sus principales poderes precisamente el de la iniciativa legislativa. Para ello, su representante permanente solicitará la inclusión de la decisión de subsidiariedad en el orden del día del Consejo de Ministros donde deba debatirse la iniciativa.

Si siete Estados consideran que no debe haber legislación comunitaria sobre la materia, la iniciativa quedará automáticamente suspendida. La suspensión podrá ser recurrida ante el Tribunal Europeo de Luxemburgo, como sucede con todas las decisiones comunitarias.

El grueso de la actividad legislativa de la Comunidad Europea se elabora por el procedimiento de la mayoría cualificada, en la que cada uno de los socios tiene el voto ponderado según su peso demográfico. La minoría de bloqueo se produce, en líneas generales, mediante el acuerdo de dos países grandes o uno grande y dos pequeños. Con la guillotina de la subsidiariedad desaparece el voto ponderado y cada Estado cuenta con un voto.

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Aparentemente, esto sirve para satisfacer a quienes deseaban una devolución de poderes a los Estados nacionales, pero también da satisfacción a los países pequeños, tradicionales aliados de la Comisión frente a un Consejo en el que su voto suele estar ponderado por la mayoría cualificada.

280 normas

La mayoría cualificada ha sido utilizada de forma. intensiva en. la aprobación de las más de 280 normas que acompañan la creación del Mercado único del 1 de enero de 1993, con excepción de algunos terrenos acotados al voto por unanimidad, como son los temas fiscales, la política social o el medio ambiente. Buena parte de las decisiones que mayor polémica han levantado en determinadas opiniones públicas europeas -principalmente en la británica- estaban relacionadas con la desaparición de trabas en la circulación de mercancías y la consiguiente armonización de normas y reglamentos.

Fuentes de la Comisión aseguraron que, una vez realizado el Mercado Unico a finales de este año, no será tan imprescindible la actividad de iniciativa legislativa a la que estaba obligada la Comisión y desaparecerá por tanto uno de las causas de las polémica.

Dichas fuentes restaban importancia práctica al nuevo procedimiento destinado a preservar la subsidiariedad y lo valoraban más como una medida pensada para, satisfacer a los reticentes a Maastricht que como un recorte real de las competencias de la Comisión.

El Comité de Representantantes Permanentes (COREPER) no ha realizado ninguna consulta previa a la Comisión, como suele ser de cortesía en el trabajo comunitario, para decir el nuevo procedimiento de guillotina. La Comisión se enteró de la decisión de los Doce a través de un despacho de la agencia británica Reuter, que citaba como fuente al representante de Londres en Bruselas.

Declaración política

El acuerdo ahora obtenido entre los representantes permanentes de los Doce en Bruselas será discutido y ratificado el próximo lunes en el Consejo de Ministros de Exteriores de la CE, que se celebrará en Luxemburgo, y se convertirá posiblemente en parte de una declaración política por parte del Consejo Europeo (o cumbre de jefes de Estado y de Gobierno), que se reunirá en sesión extraordinaria en Birmigham el 16 de octubre.

Esta declaración política contendrá una interpretación de Maastricht y su correlato práctico, que será la prueba de la subsidiariedad, elementos ambos imprescindibles para desbloquear el procedimiento de ratificación del Tratado de Unión Europea, tanto en el Reino Unido, donde el primer ministro John Major tiene serios problemas para obtener la aprobación en el Parlamento, como en Dinamarca, donde es necesario realizar una nueva propuesta que permita obtener un voto afirmativo en un nuevo referéndum, tras el rechazo del Tratado en la consulta celebrada en junio pasado.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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