El Banco de España limita las operaciones en divisas para fortalecer la peseta

El Banco de España decidió ayer echar el cerrojo al mercado de divisas y tomar medidas para frenar las operaciones especulativas contra la peseta, que están suponiendo un elevado coste para el Estado. Las medidas adoptadas ayer suponen la exigencia de un depósito obligatorio en el banco emisor de una cantidad equivalente al 100% de la cuantía de las principales operaciones efectuadas por los bancos en el mercado de divisas. Se trata de tres tipos de transacciones: los créditos en divisas solicitados por residentes en España, los créditos en pesetas tomados por los no residentes y las transferencias de divisas entre los bancos y sus matrices.

Estas medidas suponen, en la práctica, la paralización del mercado de divisas entre bancos existente en España, ante la impotencia por parte de las autoridades de defender la peseta, con el enorme coste que ello supone.La peseta reaccionó ayer favorablemente a las medidas apreciándose por primera vez desde su devaluación frente a la divisa alemana, con lo que se situaba en 68,020 pesetas por marco.

La tormenta monetaria se cebó ayer en el franco, que sufrió el mayor ataque desde que se inició la turbulencia de los mercados hace dos semanas. Las autoridades sorprendieron a los mercados con un insólito comunicado, firmado por los gobernadores de los bancos centrales y los ministros de Economía de Francia y Alemania, que garantizaba la paridad actual entre el marco y el franco frente a cualquier contingencia. Pues bien, a pesar de esta medida, además de la decisión ulterior de subir en Francia los tipos de interés dos puntos y de aplicar fuertes intervenciones en defensa de su divisa, el día acabó con un franco en el mínimo de su cotización frente al marco.

La libertad total de movimiento de capitales, que se puso en marcha en febrero pasado anticipándose a las obligaciones comunitarias, ha sufrido un fuerte retroceso. Las medidas causa ron un profundo malestar en las entidades financieras por considerar que se trata de un grave frenazo en el proceso de liberalización del movimiento de capitales. Medios bancarios plantearon ayer la conveniencia de que la medida tenga carácter coyuntural y de la menor duración posible.

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