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CRISIS EN LOS MERCADOS DE CAMBIO

La CE intenta evitar el pánico ante la quiebra del SME

Lluís Bassets

La Comisión Europea quiere evitar el pánico a toda costa. Su reacción a la salida de la lira y de la libra del SME ha sido un lacónico comunicado en el que se limita a extraer la lección de que "estos acontecimientos muestran cuán grande es la necesidad de una cooperación económica y monetaria que conduzca a la Unión Económica y Monetaria". "Es una forma de seguir llamando a votar sí en el referendum francés", comentó un portavoz de la Comisión.

El mismo mensaje, tranquilizante, puede leerse en el comunicado del comité monetario, en el que urgen el regreso de la libra esterlina y de la lira "tan pronto como sea posible".

La peseta merece un trato mucho más distinguido, en reconocimiento de la disciplina con que se ha producido la devaluación, frente al anuncio súbito de la salida de la libra: "A petición de las autoridades españolas, los ministros y gobernadores centrales, por acuerdo mútuo siguiendo el procedimiento común en el que se incluye la Comisión, y tras consulta con el comité monetario, han decidido además un realineamiento en el SME".

Pero la quiebra del SME a escasas horas del, voto francés no deja las cosas como estaban antes. Todas las fuentes consultadas insisten en subrayar que no es cierto que ha dejado de tener sentido el referéndum, pues la decisión británica supone la puntilla a Maastricht.

Según una fuente comunitaria, las decisiones de la madrugada del 16 al 17 van dirigidas a paralizar las especulaciones que ha suscitado la incertidumbre sobre Francia y a posponer todo hasta el próximo lunes, cuando todo el mundo sabrá a qué atenerse. La salida de la libra del SME, según otras versiones, iba a producirse de todas maneras el próximo lunes si salía no en el referéndum, de forma que lo que se ha hecho ahora es adelantar todos los acontecimientos y obligar a los otros a demostrar que la libra puede reincorporarse.

En cualquier caso, las cosas se ponen mucho peor que hace 24 horas. Si sale no, comentaba uno de los portavoces de la Comisión, no hay duda de que el lunes asistiremos al entierro de la Unión Monetaria y Económica, que constituye la pieza maestra del Tratado de Maastricht, y dentro de unos cuantos años, muchos quizás, habrá que empezar de nuevo desde cero, después de haber hecho unos esfuerzos colosales e inútiles para hacer converger las economías de los Doce. Pero si sale sí, no está claro que todo se resuelva, ni tan sólo que la libra regrese al SME.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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