Bibliotecas bajo mínimos
Llegó el mes de septiembre y con él los exámenes extraordinarios por los que pasamos un gran nú-Pasa a la página siguiente
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mero de universitarios, no necesariamente malos estudiantes, pero en cualquier caso un gran número. Prueba de ello es que, nuevamente las bibliotecas registran llenos diarios y los consiguientes problemas para encontrar una plaza de estudio.
Parece como si, ajenos a esta circunstancia, los responsables de las bibliotecas gobernaran las mismas aplicando la política Bibliotecas bajo mínimos que respondiera a una necesidad de retorno a la actividad laboral de, forma escalonada y no traumática para sus trabajadores, acostumbrados al reposo estival. Y digo esto porque durante este mes ocurre que el horario de biblioteca de muchas facultades se acorta.
¿Se trata de ofrecer un servicio público? En tal caso, acomódense a nuestras necesidades reales de estudio y no antepongan a ellas sus también merecidas vacaciones.- Alberto Vega Pascual.
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