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La afonía de Ana Torroja no acalló el éxito de Mecano en Las Ventas

Mecano ofreció anoche en Madrid el primero de los tres recitales que el grupo madrileño tiene previsto realizar en la plaza de toros de Las Ventas y que, con una asistencia total de 50.000 personas, cerrará el ciclo musical que tradicionalmente se celebra durante el verano en este coso taurino. En este ciclo han participado cantautores como Joaquín Sabina y Joan Manuel Serrat, grupos de rock como Celtas Cortos, de pop como Presuntos implicados.Con una Ana Torroja muy afectada por la misma laringitis que obligó al grupo a suspender dos recitales el pasado fin de semana, Mecano comenzó con la canción Hoy no me puedo levantar y con las 17.000 personas que abarrotaban el recinto entregadas, a pesar de los problemas vocales que deslucieron la parte artística del recital.

Cuando Ana Torroja interpretó Aire, la voz parecía que iba a romperse, pero la cantante acabó la canción en grito, con vergüenza y profesionalidad.

Con un especial cuidado en la producción -escenario y luces- y la escenografía -la Torroja se disfrazó, bailó, y actúo con objetos luminosos- alternaron en su repertorio canciones antiguas con las de su último disco Aidalai.

Comunicación

Sobre el escenario, Mecano mostró su puesta en escena habitual: la extroversión corrió a cargo de Nacho Cano, la concentración fue patrimonio de José María Cano y la capacidad de comunicadora, en esta particular noche -haciendo de tripas corazón, corrió a cargo de Ana Torroja.

El trío formado por los hermanos José María y Nacho Cano y Ana Torroja -acompañados por Javier Quílez y Ángel Celada- ofreció un recital espectacular que tuvo su momento cumbre en un tema instrumental con Nacho Cano suspendido en el aire sobre el escenario, como un ícaro con alas de mariposa.

Rodeados de un público de los llamados intergeneracionales, entre los que se encontraban 3.500 participantes en los Juegos Paralímpicos de Madrid como invitados especiales de Mecano abarrotando la andanada, el grupo se despidió a la medianoche, dos horas después de haber comenzado el recital, con la canción Barco a Venus.

Después, ante la insistencia de su público, llegó Mujer contra mujer y los bises de un concierto caracterizado por la espectacular, el despliege de medios técnicos, los problemas de voz de Ana Torroja y el éxito popular.

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