Aparece el primer catálogo de nuestros intérpretes cinematográficos

La editorial Verdoux acaba de editar un libro, organizado y escrito por Carlos Aguilar y Jaume Genover, cuyo título dice bien su contenido: El cine español en sus intérpretes. No están todos los que son: faltan muchos. Pero pese a ello el libro es casi un catálogo -el primero que se hace- de actores y actrices de nuestra pantalla. Son casi un millar los seleccionados que desvelan un rasgo esencial, pero mal conocido, de la identidad del cine español.

Desde Imperio Argentina y Amparo Rivelles a Carmen Maura y Victoria Abril; desde Antonio Vico, José Isbert y Jorge Mistral a Francisco Rabal, Fernando Rey y Juan Echanove, el cine españoles, en gran medida, creación de esta menospreciada, pero en realidad irremplazable, galería de rostros. El cine español en sus intérpretes es un libro que tiene algo de heroico: una de esas hazañas personales que si las cosas funcionasen en nuestro cine de manera más racional no debieran existir, pues el libro es iniciativa y obra de un grupo de personas, principalmente dos, que se aventuraron un día en la árida y minuciosa de catalogar a los innumerables rostros del cine español. Y lo hicieron por su cuenta y riesgo, cuando una obra de estas características debiera ser (y así es en otros muchos países) consecuencia de un esfuerzo llevado a cabo con las espaldas cubiertas por la política cultural, que en España todavía no se ha dado por enterada de que el cine es parte fundamental suya y de que los intérpretes son parte fundamental del cine.Realizaron Carlos Aguilar y Jaume Genover un impagable esfuerzo para sacar a la luz este comienzo de catálogo de intérpretes, pues tuvieron que elaborar y analizar centenares de fichas filmográficas, no siempre fáciles de conseguir y menos de completar y redondear, a causa tanto de la dispersión de las fuentes (cuando estas existen) como del desierto bibliográfico que padece la historia el cine es pañol.

Hay algunos estudios pormenorizados -sobre todo los organizados por los festivales de cine- sobre algunos prominentes directores y actores-estrellas, pero no son muchos. Sobre los guionistas existen menos trabajos de este tipo, y destacan los editados por el festival de Valladolid sobre el cine de Rafael Azcona y de Miguel Mihura. En realidad, con la excepción del excelente libro editado por la Filmoteca Española de Madrid y organizado por Francisco Llinás, apenas existen estudios sistematizados, tanto de análisis como de catalogación, de cualquiera de las vertientes en que convencionalmente se agrupa a los creadores de nuestro cine.

Nombres olvidados

En este sentido, las tres jornadas de homenaje, acompañadas de la edición de un libro antológico sobre su carrera, al ya legendario Francisco Rabal, que actualmente se preparan en la Universidad de Murcia y en la Expo sevillana, constituyen una de esas luminosas excepciones que confirman la sombría regla que convierte a El cine español en sus intérpretes en un libro de especie única. Al mismo tiempo que se sigue la continuidad alfabética de los mil rostros que lo componen, se percibe la riqueza de la aportación del intérprete a la identidad del cine español. La capacidad sugeridora de muchos de estos rostros, con el nombre ya olvidado por casi todos en su propio país, es tan fuerte que resulta difícilmente explicable que estemos ante un libro solitario, ante una excepción.Basta con que aparezcan en las páginas del libro los rostros de Jorge Mistral, Rafael Durán, Manuel Luna, Juan Calvo, José Calvo, Julia Caba Alba, Guadalupe Muñoz Sampedro, Alberto Romea, José Luis Ozores, Joaquín Roa, Raúl Cancio, Alfredo Mayo, Carlos Muñoz, José María Seoane, Ángel Álvarez, Nicolás Perchicot, José Vivó, Mariano Asquerino, Antonio Vico, Manuel Morán, Marco Davó, Rafael Bardem, Rafael Rivelles, José Bódalo, Tomás Blanco, Xan das Bolas, Irene Caba Alba, Antonio Casal, José Nieto, Fernando Sancho, Roberto Rey, José Orjas, Erasmo Pascual, Julio Peña, Luis Peña, Carlos Casaravilla, Antonio Casas, Laly Soldevila, Luchy Soto, José Suárez, Amelia de la Torre, Cassen, Felix Dafauce, Mary Delgado, Venancio Muro, Miguel Ligero, Andrés Mejuto, Valeriano León, Manuel Dicenta, Juan Espantaleón, Antonio Garisa o Manolo Gómez Bur, entre otros muchos, para que infinidad de imágenes asociadas con su fisonomía surjan espontáneamente. Y sin embargo son los suyos nombres casi enteramente olvidados por la inmensa mayoría de los españoles, pues nadie hasta ahora se había molestado en recuperar.

Todos los citados son actrices y actores ya muertos. Pero casi otro tanto ocurre con intérpretes vivos, que han sido igualmente borrados de la memoria viva del cine español, como Blanca de Silos, Lina Rosales, María Rosa Salgado, Teresa del Río, Gerard Tichy, José Guardiola, Gustavo Rojo, Rubén Rojo, Alicia Romay, Julio Riscal, Rosita Yarza, Mercedes Vecino, Serena Vergano, Antonio Vilar, Conrado San Martín, Angel Picazo, Isabel de Pomés, Harta Barry, Lina Canalejas, Sonia Bruno, Conchita Montenegro, Susana Canales, Manuel Alexandre, Armando Calvo, Rafael Alonso, Lola Gaos, Margarita Andrey, Eduardo Calvo, Susana Campos, Analía Gadé, Margarita Lozano, Marisa de Leza, Antoñita Colomé, Eduardo Fajardo, entre otros muchos. El libro los recupera y les devuelve un lugar que les corresponde y les ha sido usurpado.