Se enfadó Aparicio
Julio Aparicio no parecía estar muy confiado con el quinto toro de la tarde. Empezó a torear en redondo, con ciertas precauciones, a un burel que había cobrado lo suyo en varas, exactamente tres puyazos, irregulares pero puyazos, amén del aperitivo que el picador de turno, por lo visto sordo, le aplicó cuando el tercio había sido cambiado. Y llegó el enfado del diestro, ya con la pañosa en las manos.Toreó Aparicio con pases para fuera, sin cruzarse, un tanto encorvado, y alguien del tendido le dijo algo que le molestó. Se separó entonces del toro unos metros y se descaró con el espectador. Gestos evidentes del torero invitaban, a quien le amonestó en palabras desde su localidad, a que bajara al ruedo y toreara. A continuación, se volvió Aparicio hacia el toro, y le jaretó una enrabietada tanda de redondos con sello y su miaja de arte.
Peña / Lozano, Aparicio, Caballero
Cinco toros de Fernando Peña (uno fue rechazado en el reconocimiento), desiguales de presencia; 2º y 3º sospechosos de pitones; resto, con casta. 1º de El Sierro, terciado. Fernando Lozano: silencio; oreja. Julio Aparicio: palmas; dos orejas; salió a hombros. Manuel Caballero: silencio; oreja. Plaza de San Martín de Valdeiglesias, 13 de septiembre. Cuarta y última corrida de feria. Dos tercios de entrada.
La faena fue desigual, pero sobresalió una excelente tanda de naturales de mano baja y algunos trincherazos de plasticidad pinturera. En el otro toro no pasó de querer y no encontrar el cómo: faltó decisión y tranquilidad.
Faena que fue a más
Fernando Lozano cortó una oreja a un toro encastado, en una faena que fue a más. Tanto en los derechazos como al natural, hubo muletazos meritorios y mandones. Cuando más quieto y relajado estuvo, consiguió una serie de derechazos con el pase de pecho obligado, sin menear las zapatillas de la arena, y el público aplaudió con fuerza.Manuel Caballero estuvo vulgar y con el semblante mustio en su primero y, con el sexto, en cambio, sin llegar a componer una obra notable, toreó con temple y ligazón. Mejor el toreo en redondo que con la mano izquierda.
El torero estrella de Albacete conectó muy bien con los tendidos siempre que en los remates de tanda con la derecha realizaba el cambio de mano y el pase de pecho para abrochar la serie, que son de esa especialidad que tanto gusta al respetable.
Babelia
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