El avión espacial europeo Hermes no se construirá por ahora

Después de la reunión celebrada el martes pasado en París por el consejo de dirección de la Agencia Europea del Espacio (ESA), la existencia del transbordador Hermes está en peligro y sólo una política de cooperación con Rusia, difícil en la actualidad, parece poder salvar el programa, confirmó ayer la agencia. La noticia ha provocado una tormenta en Francia, principal promotora del proyecto.

El coste del programa Hermes, que quería dotar de autonomía a Europa en el espacio, había sido estimado en unos 52.000 millones de francos (alrededor de un billón de pesetas). Francia asumía el 43, 5% del coste total, Alemania el 28% y un grupo de otros 11 países el 28,5% restante, correspondiendo a España el 4,5%. Franceses y, sobre todo, alemanes consideran que su aportación es superior a lo que en estos momentos les permiten sus economías y reclaman un recorte de 5.000 millones de francos. En el caso alemán se llega incluso a cuestionar el interés del proyecto, a menudo despectivamente definido como "un taxi espacial".El ministro francés de Investigación y del Espacio, Hubert Curien, desmintió los rumores pesimistas que aseguraban que Francia estaba a punto de abandonar Hermes. El ministro fue tajante: "Fui yo quien parió Hermes y no voy a ser ahora su enterrador". Un portavoz de la ESA desmintió también las informaciones más alarmistas: "La agencia no abandona el programa Hermes. Estamos estudiando diversas maneras de continuarlo, en especial la colaboración con los rusos, de forma que Europa pueda mantener la capacidad tecnológica que se deriva de este tipo de programas. Sigue en pie la voluntad europea de disponer de un sistema de transporte espacial tripulado".

Belgas y españoles habrían ofrecido aumentar su contribución hasta un 6%, lo que se combinaría con la estudiada disminución global del presupuesto del orden de un 10%. También se ha hablado de re ducir el tamaño y las prestaciones del transbordador que se reconvertiría en una mera cápsula pero dotada de todos los adelantos de la electrónica. El programa Hermes iba ligado a la realización del laboratorio espacial Columbus para la esta ción Freedom, un proyecto muy ambicioso de EE UU que ha sufrido recortes y retrasos.

Impresión pesimista

Los días 9 y 10 de noviembre se reunirán en Granada los 13 ministros del Espacio miembros de la ESA. En ese momento se tomará la decisión definitiva respecto a Hermes. De momento todas las hipótesis son posibles, desde la fabricación de un transbordador de menor capacidad y potencia, al retraso, la cooperación con Rusia o con Estados Unidos, o simplemente, el abandono del proyecto. En cualquier caso, las industrias francesas de la aeronáutica -Aerospatiale, Dassault, DASA y Alenia- han hecho pública su inquietud. La reunificación alemana y el déficit presupuestario francés le han quitado las ganas de volar a la vieja Europa. La impresión de la delegación española en la ESA es pesimista, informa Malen Ruiz de Elvira, ya que aunque el nombre Hermes no desaparezca de los programa de la ESA, ese avión concreto no se construirá nunca. Durante los próximos tres años se paralizarán los trabajos, pero continuarán los estudios especializados en áreas de dinámica. orbital y vehículos supersónicos.España lleva gastados, desde 1987, unos 3.000 millones de pesetas en el programa Hermes. Este gasto ha revertido en su mayor parte en forma de contratos a empresas como CASA, Sener, Ceselsa, Grupo de Mecánica de Vuelo, Crisa y Alcatel Espacio. Muchas de estas empresas sufrirán las consecuencias del parón.

Queda por decidir el futuro de los primeros astronautas europeos, recién seleccionados. Si llegan a volar lo harán en vuelos conjuntos con rusos o norteamericanos. También se puede dar por descartada la construcción del aeropuerto del Hermes en Almería.