Sobre el aborto
Me parece un anacronismo que en 1992 la mujer siga sin poder interrumpir su embarazo cuando no desee encontrarse en este estado. Sin duda, fue un buen primer paso el que dio el Gobierno al permitir el aborto en una serie de supuestos, pero ya ha llegado el momento de despenalizarlo plenamente.La postura contraria de la Iglesia en este como en otros asuntos es como mínimo ciega. Y es que a estas alturas del siglo esta institución ha perdido mucha de su credibilidad. Seamos realistas. La mujer y nadie más que ella debe poder decidir si quiere o no seguir adelante con su propio embarazo en sus primeras semanas de gestación. Eso es democracia.
¡Cuántos casos de madres solteras se podían haber evitado! Son mujeres que ven truncada su vida de esta manera y en muchas ocasiones no están preparadas para ser madres por su juventud. Parece que afortunadamente el tema va a ser debatido de nuevo, según palabras de la ministra de Asuntos Sociales, Matilde Fernández. Espero que se imponga el sentido común. A nadie le hubiese gustado venir al mundo y encontrarse con que no tiene padre.
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