Sangraban por los pitones
Lo peor no es que los toros fueran flojuchos y descastados, lo triste fue ver el lamentable estado de sus astas. En especial el quinto y el sexto que, de tan desmochados, sangraban por los pitones.
Jesulín de Ubrique, en sus dos faenas, primero toreó con series de distinto calibre y al final de cada trasteo aplicó su toreo de parón, que prendió en los tendidos. Con la espada tumbó a sus toritos de sendas estocas fulminantes. Curro Vázquez despidió enseguida al cinqueño e inválido primero, y en el cuarto deleitó en los primeros compases de la faena de muleta, con unos ayudados por alto. No terminó de acoplarse y dejó suelto el esbozo de algún natural o redondo suavecito. A Ponce el primer toro no le servía ni para entrenarse en el patio de su casa, y el quinto, tras dos muletazos, se negó a andar el pobre.
Tabernero / Vázquez, Ponce, Jesulín
Toros de Mercedes Pérez-Tabernero (6º devuelto por inválido); sobrero de Castillejo de Huebra. De poco trapío, sospechosos de pitones. Curro Vázquez: palmas; silencio. Enrique Ponce: palmas; silencio. Jesulín de Ubrique: oreja; oreja. Plaza de Aranjuez, 4 de septiembre. Corrida goyesca de feria. Tres cuartos de entrada.