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El Gobierno anuncia el envío de tropas españolas a Bosnia en misión exclusivamente humanitaria

Miguel González

El ministro de Exteriores, Javier Solana, y el de Defensa, Julián García Vargas, anunciaron ayer en el Congreso que España contribuirá con tropas a la protección de convoyes humanitarios en la ex república yugoslava de Bosnia-Herzegovina, en coordinación con sus aliados y en cumplimiento de la resolución 770 del Consejo de Seguridad de la ONU, que autoriza al empleo de la fuerza para garantizar el suministro de ayuda a las poblaciones afectadas.

Ambos ministros, que comparecieron ante la Comisión de Exteriores del Congreso, reunida en sesión extraordinaria, eludieron cifrar la cuantía de la fuerza que aportará España, argumentando que esta información se facilitará la próxima semana, cuando ultime los planes de contingencia la Unión Europea Occidental (UEO).Fuentes del Ministerio de Defensa indicaron el jueves que la contribución española estará en torno a los 300 militares, profesionales o voluntarios (ver EL PAÍS de ayer). La unidad más adecuada para esta misión, según los expertos, es la Bandera de Operaciones Especiales de la Legión (BOEL), con base en Ronda (Málaga).

Tanto Solana como García Vargas rechazaron un intervención militar, a gran escala para separar a los Contendientes, argumentando que Ias fuerzas enviadas en misión de paz pudieran convertirse en parte del conflicto", en palabras del ministro de Defensa. Sin embargo, agregó, "el Gobierno estudiará favorablemente el envío de efectivos [militares] para la misión concreta de protección de la ayuda humanitaria".

Esta protección podría realizarse mediante la apertura de corredores humanitarios con vigilancia estable, que por ahora se ha excluido, ya que requeriría más de 100.000 soldados; o mediante la escolta móvil a los convoyes de ayuda, con una fuerza armada más ligera.

El ministro de Defensa admitió la peligrosidad de esta misión, "por el coste en bajas de soldados", e indicó que antes de que se ponga en marcha deben cumplirse tres condiciones: el acuerdo entre las partes, la consolidación del alto el fuego y garantías de seguridad para los que intervengan.

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Idénticas condiciones puso para la otra tarea en la que España ha comprometido su participación: el control del armamento pesado, incluidos los aviones de combate, en Bosnia; adonde se desplazarán 20 oficiales, procedentes fundamentalmente de la Unidad de Verificación Española (UVE).

Los dos ministros adelanta. ron también el propósito de contribuir al reforzamiento del embargo a Serbia, que podría incluir el uso de la fuerza tras una nueva resolución del Consejo de Seguridad de la ONU y ampliarse, desde su actual ámbito naval, a las fronteras terrestres y fluviales. Finalmente, en el campo de la ayuda humanitaria, se colaborará en la protección de los refugiados, "mediante la creación de zonas seguras o de otros mecanismos".

Todos los grupos parlamentarios dependieron la necesidad de intervenir, incluso militarmente, en la crisis yugoslava, aunque con la máxima cautela. Las únicas diferencias estuvieron el tono, más favorable a no excluir el uso masivo de la fuerza, en el caso del Partido. Popular, que en otros grupos, como Izquierda Unida, celosos de que la ONU mantenga su protagonismo en la crisis.

Al inicio de la sesión, los diputados guardaron en pie un minuto de silencio, en recuerdo del fallecido ex ministro Francisco Fernández Ordóñez.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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