Serpiente de verano

Considera el profesor Ignacio Sotelo, en un artículo provocador (publicado el 12 de agosto) aunque no exento de profundidad y brillo, que, "para resolver uno de los problemas históricos que arrastramos", una coalición del PP con CiU debe permitir que "un catalán se haga cargo de la responsabilidad de todo el Estado". Además, el señor Sotelo afirma que el único político dotado de "cualidades verdaderamente excepcionales"-como Felipe González- es Jordi Pujol; insinuando, de esta guisa, que le corresponde la antedicha responsabilidad. Pero, por lo que a mí se me alcanza, los indudables méritos del análisis precedente se desequilibran, por su parcialidad, de tal modo que lo hacen inaplicable.Si los fundamentos democráticos reposan en la soberanía popular, la estrategia de poder de los partidos y los pactos que acaezcan deberán explicarse previamente a toda consulta electoral para no violar, a posteriori, la auténtica intención del voto. Si los problemas históricos de un país fueran sólo cuestión de cainismo y desconfianza hacia las personas, por la entidad social de la que provienen, España podría resolver graves contenciosos aceptando a un francés, o a un marroquí, como presidente del Gobierno. Si "la regla no escrita que se confirma empíricamente: en las democracias un jefe de Gobierno no aguanta más de una docena de años" es cierta, ella se aplica tanto a Jordi Pujol como a Felipe González. Si algunos catalanes estiman que aquellos de sus paisanos que "hacen carrera política en Madrid dejan de ser catalanes en Cataluña" no veo razón para promocionar a un hombre que es inductor y usufructuario de esa estrechez mental. Si "la norma implícita que prohibe a un catalán ser, defecto, presidente del Gobierno" es válida, en la práctica política, también lo es, recíprocamente, aquella otra que impide a un español, no catalán, ser presidente de la Generalitat. En consecuencia, mi propuesta, que completa la del articulista, es: Jordi Pujol (o Roca), a Madrid, y Felipe González (o Fraga), a Barcelona. A partir de aquí se puede empezar a dialogar-