Embrollo policiaco
El éxito de la segunda de las dos películas que rueda en-Australia, su país natal, y la amistad con su compatriota Mel Gibson, hacen que el productor italiano Dino de Laurentiis contrate al realizador Roger Donaldson para dirigir la tercera versión de Motín en la Bounty en 1984 con Gibson de protagonista. A pesar de que es la que menos éxito tiene de las tres, sirve para que Roger Donaldson se instale definitivamente en el cine norteamericano y comience una segunda y no muy interesante parte de su carrera, pero que tiene difusión mundial.A pesar de que Roger Donaldson sólo vale lo que el guión que han puesto en sus manos sus productores, a lo largo de Es... jugar con fuego (1985), Cocktail (1988) y Cadillac Man (1989), demuestra que no está dotado para la comedia en sus diversas acepciones. Tiene más suerte con No hay salida (1987), un brillante policiaco con una buena primera parte, nueva versión del clásico de la literatura policiaca El gran reloj, de Kenneth Fearing.
Arenas blancas
White Sands. Director: Roger Donaldson. Guionista: Daniel Pyne. Fotografia: Peter Menáes. Intérpretes: Willen Dafoe, Mary Elizabeth Mastrantonio, Mickey Rourke. Estados Unidos, 1991. Estreno en Madrid: Palafox, Arlequín, Benlliure, Cristal, Albufera, Aluche.
En la medida que Arenas blancas es un nuevo policiaco y está basado en un guión de Daniel Pyne, un escritor con cierta experiencia en el género, podía haber sido la película que sacase a Roger Donaldson del callejón sin salida en que se había convertido su carrera, pero desgraciadamente no lo es.
Comienzo prometedor
Tras un comienzo prometedor, donde un comisario de policía de un pequeño pueblo de Nuevo México decide suplantar la identidad de un muerto por violencia para aclarar las circunstancias de su muerte, Arenas blancas no tarda en convertirse en un embrollo policiaco. Pero más por culpa del guión de Daniel Pyne, que va dejando constantemente cabos sueltos y no sabe bien qué hacer con los que todavía tiene entre las manos, que de Donaldson, que se limita a narrar con la mayor simplicidad la historia.Desde el momento en que el comisario de policía se ve envuelto en una trama, que cada vez se complica más, donde intervienen el FBI, extraños militares contrabandistas de armas, una guapa mujer que consígue grandes cantidades de dinero e incluso la CIA, Arenas blancas se convierte en la típica película dificil de seguir, por la continua referencia en el diálogo a personajes que nunca se sabe muy bien quiénes son.
El máximo atractivo de Arenas blancas reside en la personalidad de ese comisario de policía que no duda en dejar a su mujer y su hijo en un tranquilo pueblo de Nuevo México para tratar de aclarar uncrimen cometido en su jurisdicción; tiene una mínima historia con la guapa de turno y la abandona para volver con su mujer.
Babelia
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