Rudolph Sprungli,
de 72 años, rey de los chocolates Lindt, contrajo matrimonio el viernes con Alexandra Gantenbein, de 44, tras haberse asegurado que la novia no era "una cazadora de herencias", tal y como sostenían sus allegados. Para comprobarlo, Sprungli suspendió la fecha de su boda, inicialmente prevista para mayo, y contrató a dos empresas de detectives para indagar en el pasado de su prometida, única heredera de su anterior esposo, un industrial de 77 años que sólo pudo disfrutar del matrimonio 16 meses. Antes de su muerte, dicho industrial desheredaba a su hermano en favor de Alexandra, que inició su viudez con una fortuna de 4,5 millones de francos suizos (unos 300 millones de pesetas). A pesar del precedente, los investigadores no encontraron ninguna prueba que desaconsejara el matrimonio. Rudolph Sprungli difundió en la víspera del enlace un comunicado que decía: "Tras las conclusiones de dos investigaciones independientes, nada puede oponerse a las nupcias". Sin embargo, otra investigación realizada en el Reino Unido sí puede traerle complicaciones, porque el chocolatismo es tan difícil de combatir como la dependencia del alcohol, del tabaco o de la droga, según un informe publicado por una asociación que asesora a las mujeres británicas, tres cuartas partes de las cuales (74%) tienen una necesidad enfermiza de golosinas. Según un trabajo del Servicio de Asesoramiento en Nutrición a las Mujeres ("AS) efectuado sobre 500 de ellas, la crisis económica implica una reducción de los gastos destinados a vacaciones, a la adquisición de ropa o coches, pero un aumento de los gastos en chocolate y caramelos. El trabajo del WNAS cita el testimonio de una adicta al chocolate. "Tengo temblores si no he comido chocolate a las once de la mañana. Bebo chocolate caliente, como chocolatinas en paquetes de cinco y mousse de chocolate varias veces al día. Incluso me levanto por la noche para comer chocolate", decía la consultada. La Asociación de Fabricantes de Chocolate y Confitería publicó el mes pasado un informe según el cual las ventas aumentaron en un 9% durante 1991 con respecto al año anterior, a pesar de la recesión.
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