Un mecanismo hecho para durar

Eureca es un satélite hecho para durar. Es un laboratorio que se envía al espacio para hacer experimentos durante unos meses, luego se recoge (un transbordador le traerá de vuelta a la Tierra en 1993) y se lanza de nuevo con otros equipos. En su primera misión lleva a bordo 15 pequeños laboratorios (hornos, reactores biológicos, detectores de partículas cósmicas, transmisores de comunicaciones) en que los científicos quieren hacer una treintena de experimentos. Son equipos automáticos preparados para recibir órdenes de la Tierra y enviar los datos de los experimentos.En ellos está previsto estudiar qué sucede en muestras de organismos vivos, productos químicos y compuestos especiales cuando no sienten la fuerza de atracción terrestre, es decir, cuando no pesan y no sufren efectos como la sedimentación en los líquidos. Se trata por ahora de estudios básicos que en el futuro permitirán aprovechar la falta de peso en el espacio para fabricar nuevos chips, medicamentos o compuestos e alta pureza. En los organismos vivos, desde una célula a un hombre, los ensayos están diseñados para estudiar también el efecto de la exposición prolongada de la materia viva a las radiaciones cósmicas.