Hallados los restos del avión tailandés que se estrelló en el Himalaya

El Ejército y la policía nepalí comenzaron ayer la dificil tarea de recuperar los restos de los 113 ocupantes -99 pasajeros, en su mayoría turistas, y 14 tripulantes- del avión de la compañía tailandesa Thai que se estrelló el viernes en una zona remota de la cordillera del Himalaya. "El impacto fue tan terrible que no hemos encontrado ningún trozo grande del aparato. Los restos están pulverizados en un radio de 40 kilómetros", afirmó un oficial del Ejército que descartó que pueda haber supervivientes. Los equipos de rescate localizaron ayer dos cadáveres mutilados.Según el capitán Raju Nepali, el Airbus 310-300, que viajaba Bangkok a Katmandú, debió de chocar contra una colina cuando volaba a unos 3.500 metros de altitud al noreste de Katmandú. "El avión llevaba unos 30.000 litros de fuel, y tras el impacto debió de estallar en miles de pedazos. El fragmento de fuselaje más grande que hemos encontrado hasta el momento es de dos metros", afirmó.

Los familiares de los siete españoles que viajaban en el avión tailandés salieron ayer de Madrid con destino a Katmandú, nada más tener conocimiento de que se habían hallado los restos de la nave. El encargado de negocios de España en la India, que se ocupa también de Nepal, se les unirá en Bangkok.

Un portavoz de la Thai confirmó en Bangkok que la tripulación informó sobre un problema técnico minutos antes del accidente. Una transcripción de la conversación mantenida por el piloto del avión siniestrado y la torre de control del aeropuerto de Katmandú fue entregada ayer al presidente de la compañía tailandesa. Según el diario Bangkok Post, el piloto avisé dos veces de un problema técnico y pidió permiso para aterrizar en Calcuta (India).

Tras una gran confusión sobre el lugar donde cayó el aparato, un helicóptero militar verificó ayer las declaraciones de un pastor de que había visto restos de un avión al noreste de Katmandú y no al sur, como se creyó inicialmente. La frondosa vegetación y las lluvias monzónicas dificultaron la localización, y ahora retrasan el rescate.