Irak reitera que Kuwait le pertenece en el segundo aniversario de la invasión
El régimen iraquí reafirmó nuevamente su reivindicación sobre Kuwait, cuando se cumple el segundo aniversario de la invasión del pequeño emirato. "Volverá a suceder, Dios lo quiera", titula el diario Babil, debajo de una enorme foto de Sadam Husein rezando en el paseo marítimo de Ciudad de Kuwait, en octubre de 1990. Por su parte, el primer ministro del rico emirato, el jeque Sad el Abdalá al Sabaj, anunció que las Fuerzas Armadas kuwaitíes "se encuentran en estado de alerta" y que el Gobierno tiene preparado un plan de emergencia ante las nuevas "intenciones agresivas" de Bagdad.
Según se afirma en el editorial del diario Al Qadisia, editado por el Ministerio de Defensa iraquí, este país "no ha renunciado nunca" a Kuwait, y su retirada del emirato en febrero de 1991, tras la derrota en la guerra del Golfo, no significa que Bagdad renuncie a sus "derechos históricos", ya que "Kuwait ha sido iraquí a lo largo de toda la historia".Para Estados Unidos, la celebración del aniversario ha consistido en el envío a Kuwait de 2.400 soldados para que se unan a los marines que ya participan en unas grandes maniobras navales conjuntas kuwaití-norteamericanas. Washington está dispuesto a aumentar su presión, inclusive la militar, sobre el régimen de Sadam Husein hasta hacerle cumplir a rajatabla los acuerdos de la ONU por los que se estableció el alto el fuego en la guerra del Golfo.
Irak afrontará cualquier "nueva agresión" con "fuerza y firmeza", declaró ayer el vicepresidente Taha Yasin Ramadan. Por su parte, el ministro de Defensa, Alí Hasan al Mayid, aseguró que "el pueblo y las Fuerzas Armadas iraquíes están mejor preparados que nunca" para defender el país.
Toda la prensa nacional se dedicó ayer a recordar "el día del llamamiento", en referencia a la supuesta petición realizada por "el Gobierno kuwaití libre y provisional" para que las tropas iraquíes acudieran en su defensa. "Kuwait terminará por volver a Irak, pero sólo la historia dirá cuándo y cómo", señala el gubernamental Al Yumhuria.
Embargo penoso
Sin embargo, la mayoría de los iraquíes parecía preferir ignorar un aniversario cuyas consecuencias son un penoso embargo económico y comercial que sufre toda la población, además del desastre que supuso la guerra. A pesar de la propaganda en contra de EE UU, el odio de muchos de los iraquíes está concentrado en el pequeño país, al que consideran símbolo de la corrupción y de la avaricia de unas riquezas que pertenecen a todo el mundo árabe. Una comedia que se estrenó el viernes en el Teatro Nacional representa a los kuwaitíes como unos alcohólicos y unos retrasados mentales que se burlan incluso de quienes tuvieron que acudir en su auxilio. El Gobierno convocó también un festival de poesía sobre la pertenencia de Kuwait a Irak y la grandeza del presidente Sadam.
La tensión reinante entre Washington y Bagdad, que hizo temer días atrás una nueva lección estadounidense al presidente Sadam, ha disminuido, pero el ambiente continúa muy caldeado. Ayer mismo, un individuo disparó en Bagdad contra un funcionario checoslovaco de las Naciones Unidas a las puertas del hotel donde reside una parte del contingente de la ONU. El funcionario resultó ileso. Se trata del último de los ataques sufridos por el personal de esta institución, que el Gobierno iraquí achaca a "individuos exaltados".
Mientras tanto, Irak desmintió ayer que haya espiado al equipo de investigadores de las Naciones Unidas que entró en el Ministerio de Agricultura, donde supuestamente había planos y material susceptible de ser utilizado en el programa de rearme iraquí, aunque el equipo salió con las manos vacías después de 10 horas de revisar el edificio. Washington espera un informe completo de ese equipo, en el que no había ningún norteamericano. El equipo anterior, en el que había varios ciudadanos estadounidenses, pasó tres semanas en Bagdad sin que el régimen le permitiera entrar en ese ministerio.
Por otra parte, la especulación con el dinar iraquí es enorme. Desde que comenzó la crisis de los investigadores de la ONU ha habido un fuerte desplome de la moneda, que ha pasado de 6,35 pesetas por dinar a 7,30 pesetas por la misma cantidad entre los cambistas de los Emiratos Árabes Unidos.
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