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Reportaje:

Un secreto de 40 millones

La Xunta de Galicia oculta cuánto cobra Plácido Domingo por cantar en el Obradoiro

Xosé Hermida

Plácido Domingo había cantado en medio mundo, pero nunca en Galicia. Fue el presidente de la Xunta, Manuel Fraga quien consiguió convencerle para que aceptase abrir la programación cultural, del Xacobeo 93, el acontecimiento que el Gobierno gallego pretende convertir en la continuación de los actos de 1902. El año pasado, Fraga apeló a su relación personal con el tenor para comprometerle a dar un recital en la plaza más emblemática de Galicia, el Obradoiro de Santiago de Compostela.Así, Domingo cantó anoche ante unas 7.000 personas en el Obradoiro, bajo la silueta de la fachada-barroca de la catedral y a pocos metros del despacho de Fraga. El presupuesto del recital es una especie de secreto de Estado para la Xunta, aunque en medios de la Administración autonómica se indica que Domingo percibirá un caché próximo a los 40 millones de pesetas. "Si lo ha hecho por amistad con Fraga, ¡ojalá tuviese yo esos amigos!", comentó con ironía un cargo de la Xunta.

"El concierto vale lo que vale, y Plácido cobrará lo que cobra normalmente. Pero hay que pensar que con el dinero que cuestan unas alpargatas no te puedes comprar unos zapatos de charol", explica Francisco Gordillo, responsable de la organización, a quien el Gobierno gallego no ha autorizado para que informe sobre el coste del acontecimiento.

Tanto Gordillo como el propio Domingo han desmentido que éste vaya a cobrar 40 millones, aunque el artista matizó nada más llegar a Santiago, en un jet particular y acompañado de su esposa: "Si los cantantes populares están en esa cantidad y mayor, ¿por qué no vamos a cobrarla nosotros?".

La instalación del recital ocupó anoche casi las tres cuartas partes de la plaza del Obradoiro, que desde el lunes pasado está prácticamente intransitable para los ciudadanos y los turistas que visitan la capital. De hecho, el Ayuntamiento de Santiago, gobernado por el PSOE, impidió el martes que se cerrase parte del recinto para un ensayo del tenor.

El escenario, de 600 metros cuadrados, es el único de estas características que hay en España. Se colocaron pantallas gigantes para proyectar imágenes alusivas al Xacobeo. Además, la organización tuvo que alquilar 7.000 sillas para hacer frente a la afluencia de público.

Los precios de las entradas suscitaron algunas protestas, aunque, según la Xunta, al mediodía de ayer ya estaban todas prácticamente vendidas. Había 900 localidades que se pagaron a 10.000 pesetas, y el resto, a 5.000 y 2.500. El tenor dividió su recital en dos partes de 55 minutos, la primera con arias y una segunda con piezas de zarzuela.

Plácido Domingo se declaró feliz, por la oportunidad de conocer Galicia -"aunque parezca increíble, es la primera vez que la he visto", confesó-, y tampoco perdió la ocasión para hacer profesión de fe jacobea: "Estoy ansioso por abrazar al apóstol", dijo.

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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