Rojo, contrario a depreciar la peseta porque agravaría la situación económica
El nuevo gobernador del Banco de España, Luis Ángel Rojo, descartó ayer cualquier depreciación de la peseta porque ello agravaría los problemas de competitividad que padece la economía española. En su primer discurso ante el Consejo General del Banco de España, Rojo se mostró profundamente preocupado, por la evolución del gasto público, y afirmó que "es importante aceptar que el Estado no puede mantener indefinidamente empresas públicas con pérdidas y sin futuro".
El miércoles de la pasada semana Luis Ángel Rojo relevaba oficialmente a Mariano Rubio al frente del Banco de España. Ayer, casi una semana después, ese relevo formal se convirtió en real, con el discurso de la nueva máxima autoridad monetaria ante el Consejo General del Banco de España. Rojo aprovechó esta primera intervención para realizar un repaso a la poco alentadora coyuntura nacional, y para poner sobre la mesa lo que va a ser su mandato.El mensaje más concreto lo dirigió a lo que le atañe más directamente, el tipo de cambio y los tipos de interés. Rojo señaló que "cuando una economía registra: desviaciones de costes que deterioran su competividad, siempre surge la tentación de pedir que la competitividad se restablezca mediante una depreciación del tipo de cambio". Para, a continuación, advertir que "la dificultad consiste en que, si las causas básicas del problema no se han corregido, ceder a esa tentación no resuelve los problemas, sino que los agrava".
El gobernador del banco emisor apoyó este argumento con que "una depreciación cambiaria incrementa automáticamente los precios de los productos de importación, reduce los salarios reales y pone inevitablemente en marcha un proceso de revisión de precios y rentas que, en economías fuertemente indiciadas como la española anula rápidamente las ventajas inicialmente conseguidas". "Considero", continuó, "que lo importante es atacar los problemas básicos de déficit público, inflación y crecimiento de los costes y modificación de los marcos institucionales perturbadores, porque sólo en la. medida que se avance en ese proceso será posible una paulatina reducción de los tipos de interés".
Respecto a las posibles soluciones para recomponer el déficit público, Rojo esgrimió las siguientes ideas. "Es importante y urgente mejorar la gestión de la política activa de empleo y de la sanidad pública, pero es igualmente necesario acabar con el fraude y los abusos que hoy se registran en el seguro de desempleo y en la factura de medicamentos", subrayó. Pero cuando se mostró más tajante fue cuando se refirió al futuro de las empresas públicas. "Es razonable avanzar por el camino de la privatización de empresas públicas rentables, pero es más importante aceptar que el Estado -y, en último término" la sociedad-, no pueden mantener, indefinidamente, empresas públicas con pérdidas y sin futuro".
El gobernador del Banco de España apoyó las medidas de ajuste ratificadas ayer mismo por el Gobierno en el Congreso de los Diputados, aunque matizó que "habrán de ser continuadas con actuaciones restrictivas en los presupuestos del año próximo". Rojo insistió, en línea con lo expuesto por su antecesor, que la moderación del crecimiento de los salarios es "una pieza central en la mejora de la competitividad de nuestra economía".
Como colofón a su primer discurso ante el Consejo General del Banco de España, Rojo hizo una interpretación sobre lo que puede suponer el Estatuto de Autonomía del banco emisor. "La independencia de los bancos centrales no es una panacea para los problemas monetarios", dijo, "pero es importante que la defensa de la estabilidad monetaria esté a cargo de una institución independiente".
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