Asesinar 'democráticamente'
Hace un cierto tiempo tuve el agrado de dirigirme a usted con motivo de un artículo de Mario Vargas Llosa. Con gran interés -aunque con retardo- he leído la carta del lector señor Fermín Jerez, sobre otro artículo de Vargas Llosa. Al respecto debo acotar que hay deis aspectos que el distinguido lector debería tener en cuenta:
1. Si el gran escritor Vargas Llosa aprovecha cada oportunidad para atacar a la Cuba de Castro (el dictador, en el lenguaje de EL PAÍS), no es porque tenga una idea fija. Se encuentra más bien en buena compañía, como, por ejemplo, Cicerón con Cartago (¿o era Pedro Camacho con Argentina?).
2. Si bien no se puede negar que en Cuba no hay cólera, ni niños drogadictos, abandonados y asesinados en la calle, ni prostitución generalizada, ni asesinatos políticos institucionalizados, etcétera,, y que más bien todo esto y mucho más es el pan diario en el resto de Latinoamérica, una cosa muy importante no debe olvidar el crítico lector: en los otros países latinoamericanos se prostituye, tortura, asesina, etcétera, pero democráticamente. ¡Una diferencia fundamental!-