El asesino del presidente argelino no actuó en solitario

Ben Maaraf, subteniente de los servicios de contraespionaje y autor de los disparos que causaron la muerte del presidente argelino Mohamed Budiaf, no tiene el discurso característico de los fanáticos religiosos, y es inaceptable la teoría del homicida solitario. Éstas son las dos grandes conclusiones a las que han llegado los miembros del comité de investigación oficial designado por el Alto Comité de Estado sobre el magnicidio perpetrado el pasado 29 de junio en la localidad de Anaba, al este de Argelia.

Pocos minutos después de conocerse ayer los primeros datos relativos a la investigación oficial, la radio estatal argelina anunció que habían sido detenidos en la capital otros 10 funcionarios de los servicios de la custodia del presidente de la república. Todos ellos son compañeros del presunto asesino, Ben Maaraf`, subteniente del servicio de contraespionaje y miembro de la seguridad presidencial.La escueta nota no explica las razones de estas detenciones, pero confirma las hipótesis de la comisión oficial de investigación según las cuales el asesinato de Budiaf es el resultado de una conspiración que culminó con éxito gracias a los importantes fallos del aparato de la seguridad presidencial.

Los investigadores oficiales reconocen, sin embargo, que sus conclusiones se contradicen con las declaraciones del asesino, que asegura haber actuado por convicciones religiosas.

Por otra parte, fuentes oficiales argelinas confirmaron ayer que cuatro personas murieron y otras 300 fueron detenidas en los enfrentamientos entre integristas islámicos y policía que se produjeron el viernes en diversos puntos de Argelia.