Sobre Enrique Ruano

Dado que ni Enrique ni Javier, muertos por la misma causa, le pueden contestar, y al hilo del inicio de su artículo publicado el 18 de julio de 1992, fecha simbólica, "es mes de julio, y julio sofocante en el Madrid de esta madrugada. El sistema de seguridad me impide abrir las ventanas...", tengo que decirle que es una pena que la haya abierto, ya que con ello nos ha invadido un profundo olor pestilente.Su artículo respecto a Enrique Ruano, compañero mío y de muchos más, bajo una apariencia beatífica, de apoyo al luchador por la democracia, viene a culminar más de veinte años después de su muerte una campaña difamatoria, no sólo respecto a él, sino a todos sus compañeros, iniciada por un diario nacional al servicio del Gobierno del general Franco. Hoy vemos con profundo dolor que su actitud coincide con la línea de dicho diario nacional.

Señor Aguirre, no nos cuente que tiene la foto de Enrique junto a la de Virginia Woolf y Aranguren, no queremos saberlo, si la tiene es meramente porque quiere, usted sabrá por qué.

Pero usted sabe, o debería saber, que tanto Enrique como Javier, y otros muchos más, siguen teniendo la amistad, el cariño y el respeto que merecen entre los que les conocíamos, y nos sentimos sus amigos y compañeros. Usted desde luego no está, no estuvo, entre nosotros.

Por ello le ruego cierre las ventanas y que le siga funcionando el sistema de seguridad, por seguridad del resto de los mortales.-