El 'narco' Pablo Escobar se fuga de la cárcel tras encabezar un motín
El jefe del cartel de Medellín, Pablo Escobar, se fugó de la cárcel donde cumplía condena después de iniciar un motín el pasado martes para evitar su traslado de prisión. El narcotraficante había tomado como rehenes a cuatro funcionarios judiciales que habían llegado al penal de La Catedral, en Envigado, para hacer cumplir su traslado. Tras un asalto del Ejército, que liberó a dos de los rehenes, Escobar se fugó con nueve de sus hombres.
El motín comenzó el pasado martes, cuando llegaron a la cárcel de Envigado los funcionarios judiciales. Escobar los tomó como rehenes y se atrincheró con 14 de sus hombres en un túnel secreto que había construido en el penal, afirmando que estaba dispuesto a morir antes que cambiar de prisión.El presidente de Colombia, César Gaviria, que suspendió su viaje a la Cumbre de Madrid a raíz de estos hechos, ordenó la intervención del Ejército, que rescató a dos de los rehenes (el director de prisiones, Hernando Navas Rubio, y el viceministro de Justicia, Eduardo Mendoza) y detuvo a cinco lugartenientes de Escobar. Según esta versión oficial, los otros dos rehenes murieron a manos de los reclusos.
Sin embargo, nada se sabía del narcotraficante. Hasta ayer en la tarde, las versiones de lo ocurrido eran confusas. El presidente del Congreso, José Blackburn, reconoció que no se conocía el paradero de Escobar. La hipótesis de su posible fuga, que iba tomando más fuerza a medida en que pasaban las horas, fue finalmente confirmada por el propio presidente, César Gaviria, en una intervención televisada.
Escobar y nueve de sus hombres lograron escapar por una red de túneles secretos que existía en el penal. Para ello pudieron utilizar máscaras antigas, según el testimonio de la última persona que lo vio, el coronel Hernando Navas Rubio, uno de los dos rehenes rescatados.
Bombas en los colegios
El otro liberado, el viceministro de Justicia, en un dramático relato al llegar a Bogotá tras su liberación, aseguró que el motín fue liderado por el propio Escobar. "Uno de sus hombres, al que llaman Popeye, tomó un radioteléfono y dio órdenes de poner bombas en los colegios y varios sitios de Medellín. 'Va a llover dinamita sobre todos', gritaba", contó el viceministro. El funcionario aseguró que los narcotraficantes quitaron las armas a los guardianes del penal y que constantemente amenazaban con asesinarlo a él y al director general de prisiones. No aclaró sin embargo cuántas personas murieron en el operativo ordenado por el presidente Gaviria. Primero se habló de dos muertos; al finalizar la tarde se dijo que eran seis, todos guardianes.Para Pablo Escobar y sus hombres, el traslado de la prisión a una guarnición militar, decidido por las autoridades colombianas, viola los acuerdos que suscribió con el Gobierno antes de someterse a la justicia, en junio del año pasado. Santiago Uribe Ortiz, uno de los abogados de Escobar, aseguró que ningún otro sitio ofrece las garantías de seguridad terrestre y aérea para los miembros del cartel.
Según un comunicado oficial, el Gobierno ordenó la toma militar del penal y el traslado de Pablo Escobar y sus hombres tras haberse comprobado que, desde la cárcel, el narcotraficante continuaba involucrado, "directa y personalmente, en hechos delictivos". El comunicado habla de los secuestros masivos que se produjeron en los últimos días en Medellín y del asesinato de algunas de estas personas.
El Gobierno mantuvo hasta el mediodía de ayer un total hermetismo sobre lo que ocurría en Envigado. Sin embargo, por la tarde no hubo duda de que algo grave estaba ocurriendo en el país. El presidente, César Gaviria, inició de inmediato un consejo de seguridad que se prolongó durante 13 horas.
Pablo Escobar, de 40 años, había ingresado en la prisión de Envigado el 19 de junio de 1991. Su proceso de entrega a las autoridades colombianas tuvo ribetes cinematográficos. La Asamblea Nacional Constituyente de Colombia tuvo que aprobar, como requisisto para su entrega, la no extradición de colombianos. Un helicóptero lo trasladó a una prisión hecha a su medida, en la que también quedaron encarcelados sus cuatro lugartenientes.
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