Solemne procesión

Quienes estén planificando un acontecimiento tan significativo como el traslado del Guernica desde el Casón del Buen Retiro al Centro de Arte Reina Sofía no deberían reparar solamente en la resolución práctica del problema, sino también en los aspectos formales y hasta simbólicos de tal acto. Por tal motivo, sugiero, teniendo muy en cuenta que Picasso no era ni francés ni catalán, que el cuadro recorra la distancia que separa un museo del otro llevado a pulso en solemne procesión.Una banda de música debería abrir la marcha, seguida de las autoridades. Detrás, los penitentes (pintores, estudiantes de Bellas Artes, etcétera). Luego, el cuadro. Dado que seguramente irá encerrado en una caja opaca a los rayos del sol, que sobre los lados de la caja se fijen reproducciones a tamaño natural de la pintura. Una buena cantidad de costaleros asegurará la estabilidad del trono. Quizá un par de artistas famosos acepten el cargo de cofrades primero y segundo. Cerrando el paso, otra banda de música y el público en general (no estaría de más que estos últimos acudieran llevando flores y velas).-