Mayayo pagará más por un atraco que por su crimen
Los delitos en que incurrió Ángel Emilio Mayayo Pérez al atracar hace un año una entidad de ahorros en Lérida le han supuesto, una condena de cinco año más que la que le valió el asesinato y descuartizamiento, en 1984, de María Teresa Mestre, esposa del industrial Enric Salomó, implicado en el fraude del aceite de colza.
La Sección Primera de la Audiencia Provincial de Lérida ha condenado a Mayayo a un total de 26 años de prisión y multa de 500.000 pesetas por los delitos de robo con violencia, toma de rehenes, lesiones, atentado a agentes de la autoridad y tenencia ilícita de armas, con las agravantes de disfraz y reincidencia.Mayayo, que hoy cuenta 28 años, fue detenido a finales de agosto del año pasado durante un atraco a mano armada que cometió en una sucursal de La Caixa en Lérida, aprovechando un permiso carcelario de seis días, en compañía de los también reclusos Juan Manuel Corvo y Manuel Cruz Cabaleiro. Ambos han sido condenados por el mismo hecho a 28 y 38 años de prisión, respectivamente. Corvo disfrutaba en aquel momento de libertad condicional, mientras que Cruz estaba en la sección abierta de la prisión de Lérida.
Durante la vista oral, el Ministerio Fiscal aumentó de 24 a 30 años la pena que pedía para Mayayo en el escrito de calificaciones provisionales. El acusado hizo gala de su habitual frialdad y llegó a acusar al fiscal de inventarse los hechos.
La sentencia declara probado que los procesados se pusieron de acuerdo para cometer el robo, eligiendo para ello el 29 de agosto de 1991, cuando los tres coincidían en su excarcelación.
Buena conducta
Cuando cometió el atraco, Mayayo llevaba siete años de condena cumplidos y desde enero de ese año disfrutaba de ciertos privilegios en la prisión tras haber obtenido la clasificación de tercer grado. La Dirección General de Servicios Penitenciarios de la Generalitat le había negado en un principio la progresión de su grado penitenciario pese a los informes favorables del centro, que destacaban su buena conducta. Mayayo recurrió y el juez de vigilancia penitenciaria le dio la razón. En junio de 1993, hubiera obtenido la libertad condicional.
La sentencia de Lérida aconseja ahora "impedirles [a los tres] el disfrute de futuros beneficios penitenciarios o de libertad en el lugar en que tan mal uso efectuaron
Mayayo se hizo tristemente famoso en 1984 cuando asesinó y descuartizó a Maria Teresa Mestre, que ocupaba un chalé vecino al suyo en la costa de Tarragona. El esposo de la asesinada se encontraba en prisión, implicado en el no menos famoso caso de la colza. Su detención supuso una sorpresa ya que se había manifestado muy afectado por el caso e incluso colaboró en la localización del cadáver, hallado en un vertedero cercano.
El Tribunal de Lérida considera que Mayayo padece una "psicopatía mixta con rasgos obsesivo-compulsivos, paranoides y esquizoides, que no afectan a su facultad de razonar ni a la conciencia y voluntad de los actos que realiza, cuya ilicitud comprende, así como sus consecuencias de toda índole, a las que es indiferente".
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