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"Esto parece un circo"

Antonio Caño

Cuando el director de cine Oliver Stone presenció la gran sala central del Madison Square Garden adornada con 90.000 imágenes de la pareja Bill Clinton-Albert Gore, 5.000 carteles del candidato presidencial demócrata, 60.000 globos blancos, azules y rojos, 25.000 chapas con eslóganes de la campaña y 25.000 banderas norteamericanas, comentó: "Esto parece un circo. Me recuerda a Las Vegas".

Lo que ocurre es que el director de JFK, que se declara independiente, no tiene corazón demócrata ni alma de político, y no comparte, por tanto, la necesidad de colocarse cada cuatro años un sombrerito Chevalier y sumarse a la tradicional celebración del espíritu democrático de Estados Unidos.

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La convención demócrata comienza en Nueva York con el objetivo de olvidar divisiones internas

Para los habitantes del lugar al que toca recibir el acontecimiento suele ser una pesadilla -atascos, exceso de vigilancia, lugares repletos-, pero para las arcas de la ciudad es una lotería: 27 millones de dólares (2.700 millones de pesetas) espera recibir Nueva York como beneficios del evento.

Los restaurantes, la mayoría de los cuales ofrece un menú especial de 19 dólares para los participantes, así como las tiendas de ropa y otros almacenes, esperan ganar estos días más de 100 millones de dólares (10.000 millones de pesetas).

Ni siquiera en la Gran Manzana puede pasar inadvertida la presencia de los 30.000 políticos y 13.000 periodistas que estos días se reúnen aquí, incluidos los equipos de 205 canales de televisión norteamericanos.

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Veinticinco mil policías están encargados de la seguridad de los asistentes, entre ellos 400 dirigentes políticos de casi un centenar de países.

Cuatro millones de dólares

El Partido Demócrata ha tenido que pagar cuatro millones de dólares por el alquiler del Garden, donde ha sido necesario instalar 6.000 líneas telefónicas que han costado más de tres millones y medio de dólares. Para el transporte de los invitados se han previsto 600 autobuses y 175 automóviles de lujos.

La primera convención demócrata se celebró en Baltimore en 1832 para designar como candidatos a Andrew Jackson y Martin Van Buren. La última tuvo lugar en Atlanta en 1988, donde fueron elegidos Michael Dukakis y Lloyd Bentsen.

La última vez que los demócratas eligieron una candidatura ganadora fue, precisamente, en Nueva York, la compuesta por Jimmy Carter y Walter Mondale.

Esta es la quinta convención de toda la historia de este partido que se celebra en esta ciudad de Nueva York. Chicago es la ciudad en donde más convenciones demócratas se han celebrado: en 10 ocasiones.

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