El grifo se ha cerrado

El grupo Ercros ha basado sus relaciones con la Administración casi exclusivamente en el sector de fertilizantes. Este sector ha sido uno de los principales caballos de batalla de la política industrial. No requirió las onerosas inversiones que supusieron las reconversiones siderúrgicas y naval ni ha supuesto episodios dramáticos; pero, posiblemente, ha sido la reconversión más larga. Fruto de ella fue la creación, tras sucesivas fusiones, de la actual empresa FESA-Enfersa, de la que dependen estas dos sociedades y Asur, Nicas, lQZ y Agrocros, principalmente. Sólo quedaron fuera Mirat, Carrillo y Sefanitro, cuya cuota en la producción es de un 10%.Pero la reconversión nunca acabó. Ahora Ercros ha crujido por ese pilar. A pesar del cierre de muchas plantas, los fertilizantes españoles han suspendido pagos. De poco han servido los esfuerzos inversores realizados, a los que la Administración aportó subvenciones a fondo perdido, por un lado, y reintegrables, por otro. 0 los créditos con aval del Estado concedidos por el extinto Banco de Crédito Industrial, (BCI), que ahora han convertido al Banco Exterior (absorbente del BCI) en el principal acreedor de Ercros.

El Exterior tira del hilo

Precisamente el Exterior no solamente ha exigido el pago de los diversos créditos que "tiñe"con la entidad FESA-Enfersa, sino también ha comenzado a tirar del hilo en las otras empresas del grupo Ercros -e incluso Torras- que no han suspendido pagos. El Bex ha requerido notarialmente a cinco empresas quele deben unos 7.000 millones.

Es difícil cuantificar las ayudas otorgadas por la Administración en todo este proceso. Las cifras que se manejan, tanto en el grupo como en el Ministerio de Industria, sitúan en tomo a 18.500 millones las subvenciones que recibieron Cros, Explosivos. Río Tinto (ERT) y Enfersa para sus empresas de fertilizantes antes de fusionarse.

Posteriormente, la Administración (Industria y Trabajo), ya hecha la fusión, concedieron subvenciones de 9.093 millones de pesetas -según la empresa-, cuyo destino eran inversiones. Según los expedientes de la suspensión de pagos, 4.752 millones son de Enfersa y 4.000 de FESA, ambos reintegrables.

Los créditos dados por el BCI suman 18.000 millones. Hoy Enfersa le debe al Exterior 9.659 millones y FESA 9.839 millones. El grifo del Estado se ha cerrado. El ministro de Industria, Claudio Aranzadi, ha subrayado que no habrá más ayudas.