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LOS FRENTES DE LA LUCHA ANTITERRORISTA

Baldo y otros dos dirigentes de ETA, condenados a ocho años de prisión por el tribunal de París

La sala 17 del Tribunal Correccional de París condenó ayer a José Javier Zabaleta, Baldo; Jesús Arkauz Arana, Josu de Mondragón, y Mikel Zarrabe, a penas, para cada uno de ellos, de ocho años de prisión por asociación de malhechores, como miembros de ETA. La localización de los dos primeros fue facilitada a la policía francesa por la Guardia Civil, que les fotografió y grabó en vídeo. Arkauz fue vigilado más de ocho meses, desde agosto de 1990, con la esperanza fallida de que condujera hasta Francisco Múgica Garmendia, Pakito.

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El presidente de la sala 17 del Tribunal Correccional de París, Jean Yves Montfort, hizo pública ayer la sentencia del macrojuicio contra 22 presuntos miembros de ETA, dos de ellos en rebeldía.La condena a Baldo, Josu de Mondragón y Zarrabe se basa en los delitos de "asociación de malhechores, infracción a la legislación sobre armas y posesión ilegal de explosivos y municiones", entre otros. La fiscal, Irene Stoller, había pedido la pena máxima, es decir, 10 años de cárcel.

Sólo uno de los tres principales acusados, José Javier Zabaleta, ha sido reclamado por la justicia española. Por esta razón, Baldo admitió ante el tribunal su pertenencia a ETA. Un tribunal francés aprobó inicialmente la demanda española de extradición, cuya aplicación queda ahora congelada hasta el cumplimiento de la condena.

Françoise Pagoaga y Odile Hiriart, propietarias de las viviendas donde se ocultaba gran parte del arsenal de la organización terrorista, han sido condenadas a cuatro años de prisión cada una, pero dos de ellos a cumplir en libertad condicional. Pagoaga quedará en libertad por haber permanecido en prisión preventiva más de dos años, mientras Odile Hiriart deberá volver a la cárcel. Iriart contrajo matrimonio en prisión con Jesús Arkauz.

Colaboradores condenados

Rafael Caride Simón, considerado uno de los directos responsables de la matanza de Hipercor como miembro del comando Barcelona, ha sido condenado en rebeldía a un año de prisión. El otro juzgado en rebeldía, Félix López de la Calle Gauna, ha quedado absuelto, igual que Irene lthursarry, José Aguirrebarrena y Jone Idígoras.Para Julia Aldasoro, Miguel e Iñaki Iturrino, Luis y Vivianne Barriola, Odile Irigoyen, Lucie Hitta, Anne Driolet, Daniel Elduayen, François Larrounde, Mercedes Iturrino y Christian Jaureguy, las penas oscilan entre los seis meses de prisión firme y seis meses de prisión condicional.

Todos han sido condenados por complicidad en distinto grado por esconder en sus domicilios a los dirigentes etarras, trasladarles en sus coches o realizar labores de enlace. Los abogados de la defensa se declararon "satisfechos y contentos" al conocer la sentencia y precisaron que no sabían aún si iban a presentar recurso. Las condenas condicionales equivalen a una libertad vigilada y sólo se cumplen si el reo es condenado por otro delito en los cinco años siguientes. La operación policial que permitió detener entre diciembre de 1989 y marzo de 1991 a Zabaleta Elósegui, a los otros dos dirigentes de ETA y a 17 colaboradores del aparato logístico en el País Vasco francés, fue planificada por la Guardia Civil. El instituto armado trataba ya de llegar hasta el número uno, Francisco Múgica Garmendia, Pakito. Los agentes de información españoles tenían controlado a Baldo, que fue fotografiado y grabado en vídeo, al menos desde tres semanas antes de sudetención.

Jesús Arkauz Arana, Josu de Mondragón, estuvo bajo vigilancia de la Guardia Civil al menos desde agosto de 1990, siete meses antes de ser detenido. Los agentes grabaron videos de sus desplazamientos y de dos citas en la calle con Luis Barriola, otro de los condenados ayer, los días 14 y 19 de agosto de 1990. Oficialmente, Baldo fue localizado por la policía francesa gracias a una llamada telefónica anónima, según consta en el sumario judicial.

Arkauz, de acuerdo con la versión oficial, fue seguido tres semanas para comprobar si entraba en contacto con Pakito pero en realidad estuvo controlado por casi ocho meses. Estas circunstancias se han mantenido en una discreta penumbra porque hace tres años las autoridades francesas ponían aún serias dificultades a la actuación en su territorio de agentes de información de los cuerpos de seguridad españoles.

El mayor juicio

La vista oral contra Baldo y sus compañeros se prolongó seis días ante el Tribunal Correccional de París. Se trata del mayor juicio celebrado contra ETA en Francia por el número de acusados y por la importancia de los ocupantes del banquillo. Baldo era el número dos de ETA en el momento de su detención, el 23 de septiembre de 1990, y dirigía el aparato militar y los comandos ilegales.Su encarcelamiento dio lugar al ascenso de su ayudante, Jesús Arkauz Arana, Josu de Mondragón, aunque también permitió una mayor concentración de poderes en manos de Múgica Garmendia, según demuestran algunos documentos incorporados al sumario. Arkauz actuaba de intermediario con los comandos, transmitía las cartas de Pakito y se encargaba de aprovisionar con dinero., armas y explosivos a los comandos.

Arkauz fue detenido a su vez en Anglet el 18 de marzo de 1991. El tercer dirigente juzgado durante el mes pasado, Mikel Zarrabe, fue el primero en caer y el hilo conductor inicial de la investigación judicial, dirigida por el juez de París Jean Claude Villemin. Zarrabe fue arrestado en diciembre de 1989.

Simultáneamente, la policía francesa descubrió en los trasteros de dos pisos de Anglet un verdadero arsenal con casi 200 kilos de amonal, cuarenta lanzagranadas y varias pistolas.

Zarrabe era el encargado de los pasos ilegales de frontera y, según el sumario, había enviado desde Francia a España más de mil kilos de explosivos en pocos meses. La documentación incautada en poder de Baldo y Arkauz permitió descubrir otro arsenal con 200 kilos de amosal en Navarra. Baldo tenía, además, planos en fase de elaboración de los kamikazes, coches bomba dirigidos por control remoto.

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