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Entrevista:

Tom Waits: "Bush es el causante de todos los males del mundo"

El músico norteamericano asistió al estreno de 'The black rider'

Coleccionista de zapatos y sueños torcidos, Tom Waits es un cantautor norteamericano absolutamente inclasificable. Músico, actor y poeta, alterna en su obra las canciones y los ruidos, los versos y los exabruptos, las películas de lujo y la marginalidad absoluta. "El presidente George Bush es el causante de que todos los males del mundo se extiendan como un cáncer", llegó a decir durante su estancia en Sevilla, donde asistió a la presentación de la obra The black rider.

Amenaza tormenta en Sevilla. El cantante norteamericano Tom Waits ha tenido una velada agitada y se ha levantado de la cama con el pie izquierdo. La noche anterior se había presentado su último trabajo, la música que acompaña al espectáculo teatral The black rider, y para festejarlo ha estado de parranda hasta las cinco de la madrugada. Como en los viejos tiempos. "Estoy casado y tengo dos niños", reconoce ahora el bebedor profesional más famoso de la historia del rock, "y por eso, aunque de forma inconsciente, me tomo la vida con más tranquilidad.Viste vaqueros negros, camisa caqui y unas botas de motorista no demasiado apropiada para los casi 40 grados que sufre la capital andaluza. Gruñe en lugar de hablar y no para de acariciarse los tatuajes de los brazos. Sólo recobra su apariencia humana cuando ha engullido la tercera taza de café. "Estuve visitando la Expo", dice, "y me dio la sensación de ser un pequeño mundo creado para los niños. Es como un atlas, con dos o tres páginas para cada país. El mundo cada vez es más pequeño, y la información y la comunicación ganan importancia día a día".

Waits, como los grandes mafiosos italianos a los que tanto admira, inició su carrera instalando el cuartel general en su propia ciudad. Los Ángeles se rindió ante su piano y su guitarra acústica en la segunda mitad de los años setenta. "Me he mudado a un pequeño pueblo, pero he vivido de cerca los últimos problemas", afirma, desperezándose definitivamente. "Todos hablan de racismo, y eso no es cierto. El problema es económico y jurídico. Cuando la gente no tiene justicia, una de las cosas básicas que debe ofrecerte el Estado, es lógico que salga a la calle a pedirla".

Al autor de canciones como Jersey girl, Downtown train o Tom Trauberts blues le rechinan los dientes cuando habla de su país. "George Bush es un enfermo mental", dice sin perder la compostura. "Es un alcohólico y el causante de que todos los males del mundo se extiendan como un cáncer. Su egoísmo es inmenso, y su falta de solidaridad con los países necesitados no tiene límites. Parecía que nadie podía ser peor que Reagan, pero la política tiene estas sorpresas...".

Waits, que ya tiene finalizado su nuevo disco (un elepé titulado Bone machine, que en España se pondrá a la venta la primera semana de septiembre), visitó Sevilla para presenciar el estreno de la obra teatral The black rider. "Cuando me encargaron la música sabían que no podría decir que no. Por un lado estaban los textos de Burroughs, el escritor al que tanto he admirado, y por otro la dirección de Wilson, el único investigador válido del teatro moderno".

Acostumbrado a violar las leyes que castigan la anticomercialidad, Tom Waits sigue preocupándose por las músicas que le rodean. Enterado de la reciente muerte de Camarón, re conoce no entender el flamenco en toda su dimensión: "Jamás podría cantar algo así. No me atrevería. Pero lo que sí, puedo decir es que cada vez que lo es cucho el corazón se me quiere salir del pecho".

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