En la guía faltó Goya

El pasado domingo 28 El País Semanal publicó 'Lo mejor de la Expo', una guía en la que, pabellón por pabellón, ofrecía una sucinta noticia y una valoración de lo más sobresaliente de cada uno. Por medio de signos se indicaba al lector cuatro categorías: "No pierda el tiempo" en visitarlo (un lunar), "interesante" (una estrella), "vale la pena hacer cola" (dos estrellas) y "no se lo pierda" (tres estrellas). Varios lectores señalan dos omisiones: los pabellones de Grecia y de Rank Xerox. Los responsables de la edición lo advirtieron, pero cuando el suplemento ya estaba impreso.El redactor jefe, Alberto Anaut, explica que el pabellón de Grecia, "pobre en arquitectura, muestra una serie de pequeñas estatuillas de casi 5.000 años de antigüedad y una estatua de Poseidón a la entrada". Fue valorado como interesante. "El de Rank Xerox, que se presenta como una experiencia audiovisual que implica al visitante en un viaje mental al mundo del conocimiento, recibió una valoración de dos estrellas".

Por su parte, el coordinador de comunicación del pabellón de Aragón, Luis Gresa, se queja ante el defensor de los lectores: "El didáctico recorrido por los diversos pabellones no obedece por igual a los mismos criterios de selección entre unos y otros". ¿Por qué? "Sin querer entrar en consideraciones subjetivas", expone, "resulta una falta grave de veracidad y rigor la ausencia de referencia alguna a la exposición de obra original de Francisco de Goya, con 10 lienzos del pintor". "Según el baremo establecido por los autores de la guía", recuerda, "la presencia de ocho grecos en el pabellón de Castilla-La Mancha merece una calificación de tres estrellas; la misma que la de un zurbarán en el de Extremadura"...

Para Luis Gresa, los autores del trabajo "se olvidaron, sencillamente, de visitar la sala de Goya, o no se percataron de la presencia del mural del pintor zaragozano José Manuel Broto" (150 metros cuadrados de pintura abstracta), "la mayor obra de su carrera profesional".

Es cierto que en la referencia que se hacía del pabellón de Aragón, calificado con una estrella, no se mencionaba para nada a Goya, aunque sí se señalaba la existencia de "un entretenido castillo de cartón con un recorrido entre figuras recortadas sobre la vida, la ciencia y los oficios en la época de Fernando de Aragón". Era todo. ¿Qué ocurrió?

La redactora Fietta Jarque, componente del equipo de El País Semanal que elaboró el traba o después de un detenido recorrido por la Expo, tuvo la mala fortuna de no reparar en las señales que indicaban, en el pabellón de Aragón, la exposición de cuadros de Goya instalada en la planta sótano del edificio, dedicada íntegramente al aragonés universal. Y no la visitó.

En el pabellón se muestran 10 lienzos del pintor: la Aparición de la Virgen del Pilar a Santiago, imágenes de san Agustín, san Jerónimo, san Gregorio y san Ambrosio (procedentes de las pechinas de la iglesia parroquial de San Juan Bautista de Remolinos); Retrato de Francisco Bayeu, Retrato, de Martín Zapater, Retrato de Félix de Azara, Retrato del duque de San Carlos y Retrato de Fernando VII. Diez piezas admirables del pintor aragonés.

Anaut reconoce que se trata de "una exposición que, por la importancia de los cuadros, debería haber sido mejor valorada como información para los visitantes de la Expo".

Si El Greco y Zurbarán fueron calificados, acertadamente, con tres estrellas, no parece que Goya hubiera merecido menos.

Enseñanzas turísticas

En un reportaje sobre los estudios turísticos (suplemento Educación, 9 de junio), Cruz Blanco contaba que en España existen cuatro escuelas oficiales y 57 privadas dedicadas a estas enseñanzas. Acerca de ellas se recogían varias opiniones de las que resultaba que el número de alumnos de las privadas que aprobaban la reválida era muy inferior -"no todos salen bien preparados"- al de los procedentes de las oficiales. El director de la Escuela Oficial de Turismo de Madrid decía concretamente que "los estudiantes de las oficiales aprueban casi en su totalidad; los de las privadas, bastante menos".

Agustí Turull, director de la Escuela Superior de Marketing y Administración (ESMA), de Barcelona, se dirige al Ombudsman: "Creemos que [en el reportaje] se infringe una de las reglas de oro del Libro de estilo de EL PAÍS al no haber recabado la opinión de una de las partes, y precisamente la que resulta perjudicada".

La ESMA -"una de las 57 minusvaloradas" a juicio de Turull- tiene en sus programas la carrera de Dirección de Empresas Turísticas, que imparte el programa oficial de técnico en empresas y actividades turísticas. "Nuestros resultados" en la prueba de reválida, manifiesta, "han estado siempre por encima del 60% de aprobados, habiendo llegado en alguna ocasión al l00%".

Cruz Blanco explica que "al no mencionarse ningún centro privado en concreto y existir un censo de 57, de los cuales 36 se examinan en Madrid, de donde procedía la opinión crítica", no consideré necesario -"erróneamente", reconoce- cotejar con alguno de ellos el dato que le había sido facilitado: "Sólo entre el 20% y el 30% de los alumnos de la mayor parte de las escuelas privadas aprueba la reválida, en algunas el 1%, mientras que en la oficial de Madrid la supera más del 80%".

Sí parece que la informadora debió contrastar los porcentajes. Fuentes había bastantes: 57 nada menos. Una de ellas, ESMA, rebate lo publicado.

El teléfono directo del Ombudsman es el 304 28 48.