BéIgica suprime el servicio militar obligatorio a partir de 1994

Los belgas dejarán de ser llamados a filas a partir del 1 de enero de 1994, según el plan de reforma militar aprobado ayer por el Gobierno en Bruselas. La supresión del servicio militar obligatorio se verá acompañada por una reestructuración de las Fuerzas Armadas, que verán reducidos sus efectivos de 47.757 soldados y 5.842 civiles contratados en la actualidad a 40.000.

El plan elaborado por el ministro democristiano de Defensa, Leo Delcroix, incluye la implantación de un servicio civil, cuyas modalidades serán estudiadas por un comité de expertos. Entre los proyectos para regular este tipo de prestación social figura abrirlo no sólo a las mujeres, sino también a los jóvenes inmigrados como instrumento para la integración.La supresión del servicio militar obligatorio es una reivindicación apoyada por todos los grandes partidos. El Ejército, integrado por voluntarios y militares de carrera, se convertirá en profesional y se verá sometido a un proceso de modernización y de reducción de armamentos.

El texto del proyecto define "las tareas futuras del Ejército belga" totalmente profesionalizado y que tendrá entre sus objetivos participar en misiones de la ONU y de la OTAN. El Gobierno belga está también decidido a participar en el Eurocuerpo creado por Francia y Alemania, aunque pone como condición que sea puesto bajo el mando directo de la Unión Europea Occidental (UEO) y que no sirva de instrumento para debilitar la Alianza Atlántica.

Durante 1993, último año de reclutamiento obligatorio, los llamados a filas se beneficiarán como anticipo de una reducción de su estancia obligatoria en el Ejército. Dentro de Bélgica, el servicio militar quedará en ocho meses y seis para aquellos que elijan enrolarse en las tropas belgas todavía estacionadas en suelo de Alemania. La repatriación de estas fuerzas está pendiente de que se aprueben los medios financieros y se construyan nuevos cuarteles en Bélgica.