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Concesiones de Isaac Rabin para ganar el apoyo de la derecha israelí

El líder laborista israelí, Isaac Rabin, procede por etapas para formar su Gobierno. Intenta, primeramente, formar una coalición con Meretz (12 diputados, a su izquierda) y con Tsometh (8, a su derecha). Ambos están en desacuerdo sobre la colonización judía en los territorios ocupados, que el primer partido querría detener por completo y que el segundo desea continuar. Tomado entre dos fuegos, Rabin, contrariando algunas de las esperanzas de arreglo con los palestinos que suscitó su victoria electoral, el pasado 23 de abril, ya ha abandonado su intención de suspender durante un año la creación de nuevos asentamientos.

Las nuevas directrices aprobadas por la dirección laborista, y obviamente por Rabin, establecen que el futuro Gobierno "reforzará los asentamientos a lo largo de las líneas de confrontación", es decir, en los principales lugares estratégicos: el valle del Jordán y el Golán. También es partidario de que continúe la construcción en los alrededores de Jerusalén.Pese a sus diferencias, Meretz y Tsometh coinciden en que son partidarios de la autonomía de los palestinos de los territorios ocupados. Rabin tiene que llegar primero a un acuerdo con ambos grupos para encontrarse en la situación más conveniente para negociar con dos partidos ortodoxos: Shas (6 diputados) y Yahadut Hathora (4).

Mientras, se constata un fenómeno inesperado: la dislocación progresiva de la derecha.

Rabin sabía que para reunir 61 diputados no podía contar como seguro más que con el apoyo de las formaciones a su izquierda. Shamir, pese a su derrota relativa, estaba en mejor posición ya que, a fin de bloquear el camino a Rabin, podía añadir a los votos de su propia coalición derechista los de los tres partidos ultranacionalistas y tres religiosos.

En resumen, el día antes de los comicios el paisaje político estaba dominado por la derecha nacionalista y religiosa, pero el día después Shamir proclamó que había llegado al fin de su carrera política. Luego, su lugarteniente, Moshe Arens, ministro de Defensa, hizo otro tanto.

A la derecha del Likud, el ultranacionalista Tehiya, que tenía 3 diputados, no pudo conservar ni uno. Simplemente, desaparece de la Kneset. Y el Moledeth, cuyo programa se limitaba a exigir la expulsión total de los palestinos, tan sólo ganó un escaño.

La derecha no sólo fue batida en las urnas sino que se está rompiendo a ojos vista.

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