Washington y Bonn discuten la intevención militar
El presidente norteamericano, George Bush, y el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Klaus Kinkel, han hablado de una intervención militar internacional en territorio de la antigua Yugoslavia si los serbios no cejan en su ofensiva militar Bush dijo ayer sentirse consternado por lo que ocurre en Sarajevo, pero aseguró carecer todavía de planes de intervención, a pesar del despliegue naval efectuado frente a la costa balcánica. El líder de las fuerzas irregulares serbias que asedian Sarajevo, Radovan Karadzic, ha dicho que si los norteamericanos intervienen, sus hombres les harán frente.Kinkel fue recibido el martes por Bush en la Casa Blanca, donde ambos abordaron la cuestión del conflicto de Bosnia, y a la salida de la reunión manifestó: "No podemos quedarnos como simples observadores, y. los norteamericanos están de acuerdo en ello". El jefe de la diplomacia de Bonn mantiene que ha de seguirse explotando la vía negociadora para lograr una solución pacífica al conflicto "pero, si desgraciadamente no se logra, habrá que acudir a una acción militar".Washington tiene ya 2.200 marines en seis barcos dotados de helicópteros de ataque en el Adriático, y fuentes del Pentágono dicen que se está dispuesto a poner esas unidades en situación de combate para ofrecer cobertura terrestre y aérea a la operación internacional de socorro ahora en marcha o a otra que puede emprenderse por tierra, lo que Washington ve más factible. Interrogado Bush ayer sobre una posible intervención, respondió: "En este momento no tengo planes para usar esas fuerzas".
Washington supedita la actuación militar a un visto bueno previo de la ONU que, según algunas fuentes, la Casa Blanca ha estado tratando infructuosamente por el deseo del secretario general de la ONU, Butros Gali, de apurar todas las posibilidades de solución pacífica a la crisis. Bush dijo que el despliegue de los marines sólo pretende, por ahora, "enviar la señal de que hablamos en serio" y que confiaba en que la situación no acabara forzando la intervención de EE UU.
"Si [los norteamericanos] vienen a territorio serbio o a Bosnia-Herzegovina a desarmar o a atacar a los serbios no nos quedará más remedio que combatir", manifestó ayer Karadzic. "No nos rendiremos". Para el líder serbio, la presencia de la VI Flota frente a Yugoslavia es una amenaza indigna: "Es una demostración de poder, amenazar a países pequeños, una conducta inadecuada".
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