Las inversiones extranjeras caen a la mitad hasta mayo y el déficit exterior aumenta un 62,7%

La posición de la economía española frente al exterior continúa por la senda del deterioro de los últimos meses. El déficit por cuenta corriente, es decir, el resultado de los intercambios comerciales, servicios y transferencias, aumentó en mayo un 66,5%, lo que sitúa el déficit acumulado en los cinco primeros meses por encima del billón de pesetas (1,167 billones), con un 62,7% de incremento sobre el mismo periodo de 1991. Según el Banco de España, de enero a mayo, la inversión extranjera a largo plazo ha caído en un 50%, lo que supone dificultades para financiar el déficit.

Hasta ahora, la entrada de dinero del exterior era la principal fuente de financiación del desequilibrio de la balanza de pagos de la economía española. Este cambio, con una inversión extranjera de sólo 0,8 billones de pesetas para cubrir un déficit de 1,1 billones implica un claro aumento de la inestabilidad del sector exterior. Esta inestabilidad no es aún peligro sa porque otras entradas de capital a corto plazo cubren la diferencia y permiten que sigan aumentando, aunque de forma más limitada que en otros meses, las reservas de divisas.Los últimos datos, dados a conocer ayer por el Banco de España, indican que el saldo exterior de la economía española ha rebasado ya, con creces, y en sólo cinco meses, bastante más de la mitad del objetivo para todo el año fijado en el plan de convergencia diseñado por el ministerio que dirige Carlos Solchaga (1,7 billones de pesetas). Sólo en el mes de mayo, las diferencias entre entradas y salidas de dinero a través del comercio exterior, el turismo o las transferencias se situó en 261.100 millones de pesetas (156.800 millones en mayo de 1991).

Déficit comercial

A tal cifra ha contribuido el aumento, en un 19%, del déficit comercial, que en mayo alcanzó los 321.800 millones de pesetas por el aumento de las imnportaciones en un 13,2% frente: a tan sólo un incremento del. 9,6% en las exportaciones.En los cinco primeros meses del año, las ventas españolas al exterior superaron los 2,6 billones de pesetas, mientras que las importaciones se situaron en 4,19 billones.

Por lo que se refiere a las otras dos partidas de la balanza corriente, es decir, servicios y transferencias, ha continuado el descenso en los saldos positivos, con caídas del 49,2% y el 12,6% respectivamente respecto al periodo enero-mayo de 1991. El descenso en el capítulo de servicios se ha producido a pesar de que los ingresos por turismo crecieron un 12%. De esta forma, el superávit de la balanza de servicios se sitúa, al término de los cinco primeros meses, en 130.800 millones de pesetas, mientras que el saldo positivo neto en el capítulo de transferencias se ha reducido en el mismo periodo hasta los 260.100 millones.

La caída en las inversiones extranjeras dificulta la financiación del déficit. De acuerdo con la información del Banco de España, las inversiones extranjeras a largo plazo han descendido, de enero a mayo, de 1,6 billones a tan sólo 805.400 millones. Por el contrario, los créditos extranjeros concedidos a residentes españoles han aumentado un 146%, desde los 348.700 millones de pesetas hasta los 857.000 millones.

Según el banco emisor, una de las principales causas que explican el incremento del déficit por cuenta corriente en los últimos meses ha sido la rúbrica de rentas públicas, que por segundo mes consecutivo ha registrado un saldo negativo como consecuencia del incremento en los pagos de intereses sobre la deuda pública suscrita por no residentes.

Por lo que se refiere a las reservas de divisas, los datos dados a conocer ayer por el Banco de España señalan que han crecido en 4.275 millones de dólares (más de 400.000 millones de pesetas) en los cinco primeros meses del presente año para situarse en la fecha del 31 de mayo pasado en 70.558 millones de dólares.