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El 'Piramidón' cierra su unidad de trasplantes, que costó 200 millones y ha funcionado 2 meses

La generosidad de los madrileños (entre los primeros del mundo en cuanto a donaciones de órganos, según datos oficiales) se enfrenta a la sinrazón económica. El hospital Ramón y Cajal (el Piramidón) se gastó el año pasado cerca de 200 millones de pesetas en construir una de las unidades de trasplantes "mejor dotadas de Europa". Sin embargo, dos meses después de su inauguración, el pasado mes de abril, su actividad ha quedado totalmente paralizada. Así lleva ya un mes. "No hay dinero para ponerla de nuevo en funcionamiento", según admite Diego Caparrós, gerente del centro.

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El espectacular y moderno equipo quirúrgico de esta unidad (dos quirófanos perfectamente dotados y cuatro módulos de cuidados intensivos) lleva un mes tapado con sábanas. Y ya comienza a ser presa fácil del polvo y el abandono.Esta situación se produce, paradójicamente, en una capital, Madrid, cuyos hospitales están saturados de enfermos; la mayoría tiene camas en los pasillos y las listas de espera de determinadas áreas quirúrgicas se acercan a los dos años. También se produce en un momento en que 30 madrileños, la mitad de ellos niños, están pendientes de un trasplante hepático para seguir viviendo.

Fuentes del Piramidón subrayan que el cometido de la unidad ahora cerrada, que requiere una higiene muy especial, debe ceñirse a los trasplantes de órganos: "No conviene mezclar enfermos ni sus enfermedades; lo que hay que hacer es conseguir dinero y que empiece a desarrollar su cometido, pues hay muchos pacientes pendientes de recibir un órgano para sobrevivir".

"Hemos solicitado un crédito a Sanidad y esperamos una respuesta urgente", afirma el gerente del Ramón y Cajal, Diego Caparrós. "En su corta andadura se han realizado, con éxito, 30 actividades quirúrgicas: trasplantes hepáticos, renales, de médula ósea y extracciones multiorgánicas".

20 hígados

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Esta unidad, la única que hay en España específica de trasplantes, se construyó para suplir las carencias de infraestructura que eventualmente se producían en la capital y, en consecuencia, evitar que órganos que según la ley debían ser implantados a madrileños enfermos hubiera que desviarlos a otras provincias, e incluso a Europa. "Todos los años teníamos que dejar marchar unos 20 hígados fuera de Madrid por falta de medios; por eso se creó la unidad".

Pablo, de unos 50 años, debe su vida a la unidad ahora clausurada: su nuevo hígado se lo pusieron en ella y abandonó ayer el hospital totalmente repuesto. "No la tenían que haber cerrado; hay mucha gente a punto de morir que necesita un trasplante".

Mantenerla en funcionamiento costaría anualmente al Piramidón (cuyo presupuesto se acerca a los 28.000 millones de pesetas) unos 400 millones, dinero que no figura en los presupuestos del centro. Con 400 millones se podrían realizar 60 trasplantes de médula ósea, 30 de hígado, 60 renales y 25 extracciones multiorgánicas. Ahora, tras el cierre de la unidad, sólo se realizan trasplantes de médula ósea en el Piramidón.

Los hepáticos son los trasplantes más costosos -unos ocho millones de pesetas por enfermo- y la principal especialidad de la unidad hace un mes cerrada. "En realidad, no son caros", asevera una fuente sanitaria. Un enfermo hepático grave al que se le dé un año de vida cuesta a la Seguridad Social un precio similar al de un trasplante. "Durante ese tiempo sus hospitalizaciones serían inevitables y prolongadas". En el Piramidón, un centro asistencial de primera categoría, la estancia de un enfermo cuesta al día cerca de 40.000 pesetas.

El equipo de trasplantes del Piramidón (compuesto por 11 facultativos) forma parte de un grupo cooperativo interhospitalario, experiencia inédita en España.

Este grupo, también integrado por los equipos de La Paz y Puerta de Hierro, es el que más experiencia tiene de España en trasplante hepático: lleva 230 intervenciones, con un porcentaje de supervivencia del enfermo del 84%. "El cierre de esta unidad paraliza un trabajo cooperativo inédito en nuestro país", lamentan fuentes clínicas del Ramón y Cajal.

Ocho trasplantes

La cooperativa permite a todos sus miembros utilizar indistintamente los medios técnicos de los citados hospitales, y se constituyó como tal hace seis años bajo la premisa de rentabilizar los recursos humanos y técnicos que se emplean en estas intervenciones.

Durante el corto funcionamiento de la unidad ahora cerrada, el grupo interhospitalario efectuó ocho trasplantes hepáticos, sin interferir la actividad asistencial diaria ni las intervenciones quirúrgicas programadas.

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