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Un enfermo de sida británico contagia a varias mujeres en venganza por una negligencia medica

Enric González

Un ciudadano británico afectado por el sida podría estar propagando voluntariamente la enfermedad entre las mujeres de Birmingham (centro de Inglaterra), como venganza por la negligencia médica que causó su problema. Por el momento, cuatro de las mujeres con las que ha mantenido relaciones sexuales en los últimos dos años han contraído el sida, y una de ellas ha muerto. Las autoridades sanitarias se han visto hasta ahora impotentes para poner fin a las actividades de este hombre, por la falta de leyes útiles para enfrentarse a este tipo de situaciones.

El conflicto, conocido desde hace semanas por el Ministerio de Sanidad, fue hecho público ayer por una de las mujeres afectadas. En declaraciones al diario Birmingham Post, la mujer, Lynette Russell, de 39 años y con dos hijos, expresó su convicción de que el hombre actuaba "con ánimo de venganza". "Solía decirle que deberíamos usar condones, pero él me contestaba: 'No si me amas", explicó. "Creo que en realidad se siente solo y sin esperanzas. Necesita ayuda", añadió la víctima, quien destacó que la ausencia de leyes específicas contra este tipo de delito supone de hecho para el infectado una Iicencia para matar".La identidad del hombre se mantiene en secreto. Se sabe que es hemofílico y que contrajo el virus hace dos años, durante una operación quirúrgica de poca importancia efectuada en Estados Unidos.

Averiguó casi inmediatamente después que su sangre estaba infectada, y desde entonces ha mantenido relaciones sexuales "con docenas de mujeres, siempre sin preservativos", de acuerdo con el testimonio de la mujer que ha revelado el caso.

Derechos individuales

Las autoridades sanitarias británicas trazaron su pista al constatar que cuatro mujeres afectadas por el sida en Birmingham tenían, como único nexo común, el haber mantenido relaciones con un mismo hombre.Los máximos responsables del Ministerio de Sanidad en Birmingham y los doctores que descubrieron el problema se reunieron ayer para tratar de buscar una solución. Al término de la reunión, anunciaron que resultaba imposible emprender ningún tipo de acción legal y que preferían pensar que el hombre había obrado sin ánimo de venganza, "más bien con enorme irresponsabilidad". La ley ofrece pocas alternativas para detener la supuesta venganza. El director generalde Sanidad, Bnian Mawhinney, admitió que "el Gobierno debería incrementar los poderes de las autoridades sanitarias, contemplados en la Ley de Salud Pública, para evitar casos como éste".

En principio, la ley permite que los afectados por enfermedades contagiosas graves sean confinados en hospitales. Pero según el doctor Bernard Crump, uno de los médicos que estudian el caso, "la ley es poco explícita y podría vulnerar los derechos fundamentales del individuo". Los médicos han hablado varias veces con el ciudadano en cuestión y le han pedido que actúe responsablemente, pero, según ellos, no han conseguido ninguna garantía por su parte.

En cuanto a las posibles responsabilidades penales del hombre, y las hipotéticas indemnizaciones que pudieran exigirle las víctimas, la legislación es aún más confusa. Distintos expertos legales señalaban ayer que, para empezar, de acuerdo con la ley británica, los cargos de homicidio prescriben al cabo de un tiempo determinado. El periodo de incubación del sida es, con frecuencia, superior a tres años, lo que podría dar origen a un vacío legal.

Y, en el caso de que se pudiera procesar al presunto causante de la infección, sería prácticamente imposible determinar con certeza que fue él, y no cualquier otro factor, quien transmitió el virus a la víctima. Como mucho, según los juristas, se podría encausar al hombre por un delito de imprudencia temeraria.

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