_
_
_
_
_
CAMBIOS EN EL GOBIERNO

Javier Solana y Alfredo Pérez Rubalcaba, nuevos ministros de Asuntos Exteriores y de Educación

L. R. AIZPEOLEA / I. CEMBRERO, El ministro de Educación, Javier Solana, es el sucesor de Francisco Fernández Ordóñez al frente del Ministeriode Asuntos Exteriores, y Alfredo Pérez Rubalcaba, actual secretario de Estado de Educación, es el nuevo titular de Educación, según confirmaron ayer fuentes gubernamentales. El presidente del Gobierno, Felipe González, notificó al Rey los nombramientos en el despacho que mantuvieron el sábado en la Zarzuela, y hoy por la tarde se volverán a reunir. La jura del cargo tendrá lugar el miércoles, y el nuevo ministro de Exteriores se estrenará el viernes en la cumbre europea de Lisboa.

Más información
González apuesta por dos renovadores

Felipe González y Javier Solana hablaron ayer telefónicamente porque el nuevo titular de Exteriores se encontraba en Sevilla como ministro de jornada con la representación de Santo Tomé y Príncipe. González ya había consultado con Solana en fechas anteriores y le había encargado el nombramiento de su sucesor al frente de la cartera de Educación. Sólo estaban al tanto de estos movimientos el vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, y Francisco Fernández Ordóñez, a quien González visitó dos veces la pasada semana.González tras manifestar ayer a Solana su decisión definitiva, se puso en contacto telefónico con Fernández Ordóñez, y a continuación confirmó a Alfredo Pérez Rubalcaba como ministro de Educación.

Al nuevo jefe de la diplomacia española se le considera un hombre muy en línea con su antecesor en su visión de la política exterior española. De hecho, Fernández Ordóñez, que ayer cumplió 62 años, se ha inclinado en todo momento, en sus recientes y frecuentes contactos con González, por Javier Solana como sucesor al frente de la cartera.

Aunque no lo ha dicho abiertamente, es de suponer que Fernández Ordófiez estimaba que un político de peso era un heredero más digno que un tecnócrata, por muy competente que fuese. De hecho, manifestó al tener conocimiento del nombramiento: "Soy amigo personal de Solana desde hace muchos años, y pocas noticias podrían darme tanta alegría". "A Solana le sobran capacidad y condiciones para desempeñar brillantemente este puesto", añadió.

Dudas de González

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

González ha tenido dudas sobre el sucesor al frente de la cartera de Exteriores, y eso explica la demora en su nombramiento. El jefe de Gobierno barajaba dos nombres: un técnico como el actual ministro de Agricultura, Pedro Solbes, y un político, como el titular de Educación.

La opción de Javier Solana como ministro de Exteriores era problemática en la medida que el actual titular de Educación aparece adscrito, según el aparato del PSOE, al llamado clan de Chamartín o sector renovador del partido, lo mismo que su sucesor al frente de Educación, Alfredo Pérez Rubalcaba.

Sin embargo, el actual ministro de Agricultura resultaba un candidato más cómodo, al ser un buen conocedor de los temas comunitarios y, además, no alterar el equilibrio político del Gobierno. No en balde, el aparato del PSOE ha estado apostando por Solbes por tratarse de un hombre políticamente neutro, igual que lo fue Fernández Ordóñez. Solbes no posee ni siquiera carné del PSOE. Ayer mismo, antes de hacerse público el nombramiento, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, guerrista y presidente de la Junta de Extremadura, apostaba por, Solbes como sustituto de Fernández Ordóñez.

Mientras se resolvía la minicrisis, González ha recibido presiones desde organizaciones agrarias. La Coordinadora de Organizaciones Agrícolas y de Ganaderos llegó incluso a enviar la semana pasada una carta al presidente solicitándole que mantuviera en el puesto a Solbes por ser el ministro que más había propiciado el diálogo con los sindicatos del campo.

González optó, finalmente, por un socialista renovador como Solana, lo que confiere al nombramiento un importante sello político si, además, se tiene en cuenta que se realiza a los dos días de la clausura del Comité Federal del PSOE, en el que el presidente del Gobierno ha dado luz verde al sector renovador.

Los altos funcionarios encargados de realizar los informes preparatorios de la cumbre de Lisboa no fueron informados hasta el último momento sobre la designación del próximo ministro, lo que les planteó un problema. No sabían si redactarlos de forma muy técnica o ligera y didáctica. La primera versión hubiese estado destinada a Solbes, buen conocedor de los asuntos comunitarios, y la segunda a Solana, ignorante de esos temas.

La falta de preparación de Solana hará recaer casi todo el peso de la representación española en el Consejo Europeo de Lisboa sobre el presidente del Gobierno que conoce al dedillo los asuntos comunitarios.

Solana lleva, sin embargo, varios meses manteniendo contactos con altos funcionarios de Exteriores y con expertos en política internacional con vistas, acaso, a prepararse para el puesto.

Por su parte, Fernández Ordóñez, enfermo, pasó un mal domingo. Debido a su cansancio no contestó personalmente a las llamadas, pero ayer experimentó una ligera mejoría y contestó a gran parte de las llamadas que recibió para felicitarle por su cumpleaños.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_