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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Geografía, lenguaje y precisión

Observo que se extiende cada vez más la práctica de denominar americano a lo que es en realidad estadounidense, lo cual va contra dos principios básicos de la expresión correcta: la huida de la ambigüedad y la precisión.Más grave es aún cuando ese uso inadecuado puede hacernos dudar de nuestros conocimientos de geografía, como es el caso del artículo sobre Terry Anderson (EL PAÍS, 17 de mayo de 1992), donde se dice que el protagonista poseía "pasaporte americano".

El pasaporte se posee en función de una nacionalidad, de la pertenencia a un país. Puesto que no existe un país llamado América ni nada que se parezca a un pasaporte continental, considero un error inaceptable acuñar la citada expresión. Lo atribuyo a una mala traducción del inglés american, pero no olvidemos que en esa lengua no existe una palabra para estadounidense. Por el contrario, el español nos permite una mayor precisión al distinguir entre americanos (todos los habitantes del continente, desde Alaska a la Tierra del Fuego) y estadounidenses (nacionales de Estados Unidos).

Debiéramos tener muy presente que la riqueza de una lengua no es sólo la cantidad de palabras que registran sus diccionarios, sino también las posibilidades que da a los hablantes que hacen uso de ellas con rigor.-

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