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El tribunal de París impide a etarras franceses declarar en euskera

ENVIADO ESPECIALEl tribunal de París que juzga desde la semana pasada a cinco presuntos dirigentes de ETA y a 17 supuestos colaboradores de la organización terrorista negó ayer a tres procesados franceses el derecho a declarar en euskera. Tras una hora de alegaciones de la defensa y de deliberaciones, el tribunal impuso su negativa a permitir la traducción de las respuestas, pese a la presencia de un intérprete jurado. Con este incidente terminó la declaración de los 20 procesados presentes en la sala, ya que otros dos son juzgados en rebeldía. El juicio concluirá la semana próxima.

Christian Jauregui, Iñaki Iturrino e Irene Ithursarry, presuntos colaboradores los tres de Jesús Arkauz, Josu de Mondragón, contestaron en euskera todas las preguntas. El intérprete que asiste a las sesiones para traducir las palabras de los vascos de ciudadanía española no pudo intervenir. El diálogo alcanzó tonos surrealistas, según admitió el propio presidente del tribunal, Jean Yves Monfort, más aún cuando simultáneamente Miguel Zarrabe y el propio Arkauz pidieron responder en lengua vasca, aunque sólo para reiterar el habitual "no tengo nada que decir".

Los abogados defensores, Jon González y Yolanda Molina, pidieron flexibilidad a los jueces y argumentaron las resoluciones y recomendaciones a los Estados del Consejo de Europa, el Parlamento Europeo y la Federación Internacional de los Derechos Humanos para que reconozcan y protejan el uso de las lenguas minoritarias. "El primer elemento de la dignidad de un vasco", sostuvo la abogada Molina, "es poder hablar en nuestra lengua".

Por el contrario, la fiscal subrayó que "el País Vasco francés hasta ahora sigue siendo francés y su lengua es el francés". El presidente de la sala, tras suspender la vista para deliberar, insistió en el carácter obligatorio de la lengua francesa y se mostró irritado con Iñaki Iturrino, hijo de un inmigrante español. "Cuando Francia le acogió", le dijo, "no le ofreció otra nacionalidad que la francesa. No existe la ciudadanía a la carta, no se pueden aceptar sus beneficios y rechazar los inconvenientes". El diálogo bilingüe posterior, sin traducción, equivalió de hecho a no tomar en consideración la declaración de los tres acusados.

Iturrino, uno de los tres declarantes, "se declara nacionalista", según recoge el sumario, "y por la independencia a muy largo plazo del País Vasco (...) pero desea que para conseguir tales objetivos sólo se utilicen los procedimientos de los países democráticos". No obstante, Iturrino indicó que "podía llegar a comprender la práctica de la lucha armada en el Estado español".

Iturrino y Jauregi eran, según el fiscal, enlaces entre Carmen Guisasola y Jesús Arkauz. Josu de Mondragón usaba un Peugeot 505 de Jauregui, que, según la acusación, había sido comprado con dinero de ETA. Un caso similar es el de Jean Francois Larronde, que en 1987 compró y matriculó a su nombre un Opel Kadett usado también por Arkauz. Larronde dijo ayer que lo había hecho a petición de Odile Hiriart, novia de Arkauz, para proteger a un refugiado de los atentados de los GAL.

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