Bloqueado el proceso de pacificación de Camboya patrocinado por la ONU

La pacificación de Camboya, tan difícil como se esperaba, ha quedado bloqueda al entrar en la segunda fase del acuerdo suscrito en París el otoño pasado por las cuatro, partes que se disputan el control del país. Los jemeres rojos se han negado hasta ahora a entregar las armas y acantonar sus efectivos en las zonas establecidas por las Naciones Unidas.

El sábado comenzará en Tokio una conferencia en la que participarán delegados de 32 países y 12 organismos internacionales, con el objetivo de captar ayuda económica para reconstruir Camboya. Los jemeres rojos han decidido no acudir a este encuentro por considerar que sólo sirve para fortalecer la imagen internacional del actual Gobierno camboyano.Los jemeres rojos justifican su negativa a colaborar en el proceso de pacificación al afirmar que aún permanece en Camboya el Ejército vietnamita que en el año 1978 invadió el país y acabó con el sanguinario régimen de Pol Pot.

Las tropas del Gobierno han lanzado una contraofensiva en el norte del país, a 30 kilómetros de la capital, Phnom Penh, después de haber denunciado ataques previos del grupo guerrillero. De esta manera, la mayor operación de paz organizada en la historia de la ONU se encuentra bloqueada. Este plan de pacificación, que tiene como objetivo el definitivo desarme del Ejército gubernamental y de los dos otros grupos guerrilleros, ha quedado pospuesto en una nación que ha sufrido las consecuencias desastrosas de 13 años de guerra.

Camboya será el país donde se estrenará el destacamento militar nipón que recibió este lunes autorización del Congreso para participar en misiones de paz promovidas por la ONU.

El japonés Yasushi Akashi, jefe de la Administración Provisional de la ONU en Camboya (UNTAC), declaró el lunes que la movilización hacia el norte de varias unidades militares está justificada "como defensa propia", después de lo que calificó como seria violación del acuerdo de París por los jemeres rojos.

Ambiciosa misión

La ambiciosa misión de la ONU debe concluir cuando en abril del año próximo se celebren elecciones generales y quede constituido el país con un Gobierno salido de las urnas.Hasta el momento han llegado a Camboya 11.000 militares y fuerzas policiales dependientes del organismo multinacional, una de cuyas principales misiones es controlar la repatriación de 360.000 refugiados camboyanos desde campamentos en Tailandia. La ONU intenta evitar a toda costa cualquier implicación en las refriegas armadas y ha pedido a los dirigentes de los jemeres rojos que presenten pruebas sobre la denunciada presencia de tropas de Vietnam en suelo camboyano. Hanoi ha asegurado que en 1989 procedió a la retirada total de sus tropas.