El ministro ha pasado dos años sobreponiéndose a su salud
El ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, ha pasado los dos últimos años sobreponiéndose a su delicada salud y mantiendo un ritmo de actividad superior al que sus propias fuerzas le permitían.En julio de 1989, recién terminada la febril presidencia española de la CE, tuvo que someterse a una operación de vesícula en una clínica madrileña, pero tras el verano retomó el timón del ministerio.
La apertura en Madrid de la Conferencia de Paz sobre Oriente Medio, probablemente el mayor éxito de la diplomacia española desde la reinstauración de la democracia, colmó cualquier aspiración que pudiera tener como ministro de Exteriores, pero también la resistencia física razonable de un hombre en sus condiciones. Muy a su pesar, a principios de noviembre tuvo que tomarse un reposo de seis semanas que le mantuvo ausente, entre otro acontecimientos, de la cumbre, de Maastricht.
Intensa actividad
A finales de diciembre volvió a la actividad presidiendo en Bruselas la primera reunión del Consejo de Cooperación del Atlántico Norte, que reúne a los socios de la OTAN con sus antiguos adversarios del extinto Pacto de Varsovia. La reunión sirvió para que muchos colegas le expresaran su cariño y para que el secretario general de la OTAN, Manfred Woerner, bromease haciendo votos porque las piedras de la vesícula del ministro español sirviesen "para la construcción europea".
Entre octubre y mayo, ha estado tres veces en Estados.. Unidos -una solo, otra con, el Rey y otra con el presidente- y una vez en Jordania, Siria, Irán, Marruecos, Rusia, Ucrania, Argentina y Chile, además de los habitua es viajes a Bruselas o Lisboa.
No obstante, tuvo q ue anular un viaje a Japón y Corea y no pudo acompañar a Felipe González a México, donde se firmó el acuerdo de paz de El Salvador, y Colombia, en enero. Tampoco ha podido seguirle ahora en superiplo por Bolivia y Brasil, ni pudo estar hace pocos días en Oslo, donde los ministros de la CE encajaron el golpe del triunfo del no en el referéndum de Dinamarca.
El 31 de mayo por la noche, recién llegado de Chile, Fernández Ordóñez sugirió por primera vez a Felipe González que había llegado el momento de relevarle y desde entonces no ha dejado de insistirle. El domingo habló telefónicamente con la ministra portavoz Rosa Conde sobre el anuncio efectuado ayer.
La diplomacia no para: el lunes hay un consejo comunitario en Luxemburgo; el día, 19, una cumbre de la Unión Europea Occidental en Bonn, y el 26, el Consejo Europeo de Lisboa.
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